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Opinión

Viajar con tu pareja en crisis

Para comenzar, imaginemos un viaje ideal para una pareja 5.0. ¿Cómo sería? Un lugar agradable, lo ideal sería que lo eligieran ambos. Seguramente buscaríamos paz, tranquilidad, todo resuelto en lo posible.

Las parejas 5.0, en general, buscamos descanso, apagar el celular en todo el viaje (ojalá se pudiese), desconectarnos de todo lo rutinario para poder conectarnos con otras cosas. Paz, disfrute, paisajes, cenas al aire libre, saborear los paisajes, la playa, la pileta o “piletón”, no importa, pero que no nos quiten la tranquilidad tan deseada.

Las parejas 5.0 pueden llegar a ese viaje con crisis a cuestas: Crisis de edad, crisis de esa pareja en especial, de pareja 5.0 (durante el nido vacío, vejez de los padres, etc.), y la lista es interminable.

A eso llegamos: viajar a los 5.0 pero en crisis. Aunque viajar es divino, dependerá de que esté enfrentando cada pareja. El éxito del viaje dependerá de qué expectativas lleva cada uno, qué intenta lograr con ese viaje, pero no dependerá del lugar elegido, sino de esa pareja frente al viaje en sí.

Las crisis pueden ser superficiales o de base. No son lo mismo y tampoco será lo mismo resolverlas. Sí es cierto que viajar en pareja es una gran oportunidad que todos deberían permitirse, tanto para un impasse en la relación, como para fortalecerla, crear nuevas aventuras juntos y en especial cuando los hijos se fueron del hogar.

Son muchos los beneficios y están recomendados para todas las parejas, con o sin crisis. Es una oportunidad para aumentar la satisfacción en la relación, un nuevo encuentro con una comunicación más abierta y entre otras cosas logra un espacio fundamental para la intimidad. Los momentos de ocio y de actividades juntos que proponen los viajes favorecen espacios de satisfacción, tanto en la intimidad como en lo social.

Cambiar la rutina, planear el viaje y luego realizarlo juntos promueve a la comunicación, posibilita espacios de armonía, tranquilidad, reencuentro y bienestar… en teoría.

Entonces, los viajes en pareja posibilitan muchos beneficios para fortalecer la unión, pero la pregunta importante aquí es: ¿Los viajes en pareja sirven para salvar una relación en crisis? Si tu relación 5.0 está pasando por un período de crisis en la comunicación o la intimidad, hay muchas cosas que se pueden hacer para tener un viaje lo más pacífico y placentero posible.

Como dijimos al principio, el viaje es un puente hacia un encuentro en pareja que, según sea la profundidad de la crisis, tendrá diferentes resultados.

Como Mujeres 5.0 que intentamos elaborar, observar y definir qué nos pasa, y qué nos pasa con el otro, antes de viajar con tu pareja reflexionemos sobre qué tipo de conflictos existen, si son viables o no, si son superficiales o realmente muy difíciles de modificar.

Las parejas no son perfectas, poseen sus etapas y momentos complicados, crisis en la intimidad (quién no ha tenido sus días en la menopausia, y qué hombre no entra en conflicto con la andropausia), comunicación, peleas constantes por el manejo del dinero (manejo del poder), por los roles, por la educación de los hijos, etcétera. Podemos enumerar un listado infinito de conflictos de pareja, pero eso no quiere decir que la misma deba terminarse. El viaje les dará oxígeno, o hará que los problemas exploten con más fuerza.

Viajar juntos puede ser una solución, pero también ser solo un parche que nos da un alivio temporal pero que, en el fondo, no arregla ni modifica los verdaderos problemas. Incluso puede hacer que la relación empeore. Un viaje no es suficiente para resolver los problemas. 

¡Auxilio! Entonces... ¿Qué hacemos?, ¿Viajamos con nuestra pareja 5.0 en crisis?

La clave está en saber primero en qué situación de pareja estamos y blanquearla. Después, programar bien ese viaje sin entrar en cuestiones de conflicto ni tironear demasiado de la cuerda, como se dice habitualmente.

Pero no se asusten, aquí dejamos algunas claves para que sea un viaje lo más sano y divertido posible.

Es fundamental que, a partir de la unión y comunicación que representa el viaje, durante su preparación, puedan sentarse a hablar de sus necesidades y frustraciones, con el objetivo de negociar, dialogar y tomar decisiones que beneficien la relación.

Algunas cuestiones a tener en cuenta:

  • ¿Cuáles son las dificultades que se están presentando en la relación de pareja?
  • ¿Cómo se sienten al respecto?
  • ¿Qué necesitan de la relación? 
  • ¿Qué pueden hacer para mejorar y aportar al vínculo?

Ahora bien, si antes y durante un viaje pudiéramos hablar y respondernos dichas preguntas, ninguna pareja tendría crisis ni antes ni durante ni después de un viaje.

Según sean las personas que configuran la relación es cómo se hará el viaje. ¿A que nos referimos? Si uno de ellos está muy estresado, estaría bueno ir a lugares que sabemos que lo relajan. Si uno de ellos ama el mar, trataremos de complacerlo, a menos que ese sea el tema de pelea “siempre vamos a donde a vos más te gusta“.

Si la idea es resolver los conflictos, busquemos un viaje consensuado, respetando lo más posible los gustos de cada uno, tratando de crear espacios de comunicación y satisfacción y no de peleas rutinarias como la de todos los días.

A veces es necesario buscar espacios para conversar, o todo lo contrario, espacios para que cada uno, pero juntos, puedan estar en silencio, en ocio, en off, como se dice ahora. Un recreo de la vida misma, un paréntesis de la crisis, una zona de paz… Lo demás puede esperar.

En ese espacio de paz creado por la misma pareja, ambos podrán analizar no solo el problema como pareja, sino reflexionar cada día sobre sus propias carencias y conflictos y cómo lo expresan en la relación. Pueden buscar soluciones conjuntas desde un lugar placentero, distendido, o desde un lugar alegre en donde se dejan los problemas afuera.

Recordemos entonces que el viaje en sí solo no va a solucionar los conflictos, pero puede ser un buen momento para alejar las distracciones como el trabajo y los hijos, los conflictos propios de la relación o de cada uno, y poder disfrutar realmente para hablar de sus necesidades y sentimientos al volver a casa o en la habitación del hotel frente al mar.

Las parejas 5.0 enfrentan juntas muchas cosas, no solo las biológicas u hormonales, sino también varios duelos como el nido vacío, ser padres de nuestros padres o sufrir la muerte de alguno de ellos. Son momentos decisivos, en los cuales deberíamos darnos el permiso para disfrutar, ilusionarse, amar, dialogar y sentir mucho placer.

¡Saquen el pasaje ya, con crisis o sin ella!

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