Los investigadores que siguen la causa del crimen del ingeniero Roberto Wolfenson de 71 años en Pilar avanzan para determinar si Rosalía Soledad Paniagua, de 34 años, pudo matarlo sola. La mujer era su empleada doméstica y es la principal sospechosa.
El ingeniero fue asesinado en su casa, dentro del barrio privado La Delfina, en el partido de Pilar. Si bien no se pudo identificar con presición el día de su muerte, las pericias indican que fue entre el 22 y el 23 de febrero. Todos los caminos apuntan a Paniagua, una mujer de 34 años que trabajó por 20 días en la casa y las cámaras de seguridad de Trenes Argentinos la captó con el celular de Wolfenson y un parlante.
De manera inesperada y contra las recomendaciones de sus abogados, Paniagua decidió declarar ante la justicia tres días después de su arresto para dar su versión de los hechos. Allí, reconoció haber robado el teléfono, un parlante bluetooth y un candelabro. Además, contó dónde dejó cada cosa y dio detalles que terminaron ubicandola en la escena del crimen.
Durante la mañana del jueves, el fiscal de la UFI N° 3 de Pilar -Germán Camafreita- y los abogados Tomás Farini Duggan y Alejandro Broitman formaron parte de una inspección ocular para terminar de descartar algunas dudas sobre la mecánica del crimen. Y es que aún no queda claro si Paniagua pudo actuar sola o necesitó ayuda de un tercero.
Durante esta inspección, se intentó reconstruir la "secuencia fáctica" del homicidio para poder reconstruir los hechos según los elementos reunidos en la investigación. La misma fue solicitada por Farini Duggan, quien contrató al criminalista Daniel Salcedo para que participe de la pericia con la Policía Científica.
