La médica que le realizó la autopsia al cuerpo de Roberto Eduardo Wolfenson, el hombre de 71 años asesinado en su casa del Country "La Delfina" en Pilar, afirmó que "no hubo agonía". En su declaración, dijo que "la muerte fue asfixia lazo, puede ser con un cable, soga o cable, muy finito" y aclaró que el ataque fue por la espalda, que tenía lesiones en su mano izquierda porque era zurdo y que el lazo fue la "única arma utilizada" para el asesinato. Además, la profesional aseguró que todas las heridas son compatibles con esta mecánica de crimen.
Silvina Aguirre, del Cuerpo Médico Forense, aseguró que el asesino "hizo un movimiento constrictor en el que aplicó muchísima fuerza" para lograr matar a la víctima. Además, contó que el cuerpo estuvo siempre en la misma posición, en el cuarto de huéspedes, con la misma ropa que había usado el día anterior, con la cabeza abajo del radiador y lesiones que indicaban que había estado boca arriba.
La lesión grave que tenía en la zona cervical se condice con las maniobras que hicieron para asfixiarlo y no hay rastros de que el asesino haya usado otro tipo de arma.
La declaración de la forense fue clave para destrabar una duda que había en torno al caso. Los testigos del caso dicen que hablaron con la víctima el jueves, aunque no tuvieron respuesta y su pareja contó que habló con él el mismo día por WhatsApp.
Entre las 14 del jueves 22 y las 16.45 del viernes 23 -fecha y hora en que lo encontraron muerto- nadie vio ni habló con la víctima. De hecho, un amigo del mismo country lo había invitado a cenar ese viernes, pero el mensaje no le llegaba. "Quedó con una sola tilde y a la mañana entró", dijo, pero el ingeniero nunca respondió.
Otro punto que llamó la atención fue que Eduardo Wolfenson haya estado vestido con la misma ropa del día anterior, cosa que no era habitual. El abogado de su familia, Tomás Farini Duggan, destacó otro elemento llamativo más, la declaración de la forense, que decía que el ingeniero tenía el estómago vacío (osea que cuatro horas antes del crimen no había comido nada). Esto también era poco habitual en él, ya que "era un hombre extremadamente rutinario".
En los próximos días, van a declarar vecinos del country, familiares y amigos de la víctima para intentar dar alguna pista que ayude a la resolución del caso. Hasta el momento, a 12 días del crimen, no hay ni un sospechoso y la hipótesis no es clara, lo que tampoco permite seguir una línea de investigación concreta.
