El precandidato a intendente de La Matanza por Juntos por el Cambio y exministro de Educación criticó la propuesta del líder de La Libertad Avanza y aseguró que es “impracticable” en este país. Además, habló sobre el juicio político a la Corte Suprema: “Si hay irregularidades en la obra social del Poder Judicial y se comprueba un delito, está la justicia”. “Si un colaborador de un juez de la Corte cometió una irregularidad o un delito, está la justicia. No son causales de juicio político esas”, planteó Finocchiaro en diálogo con Diario Con Vos.
¿Qué lo decidió a competir por la intendencia de La Matanza?
En primer lugar, que soy de ahí, y en segundo lugar que es donde me formé, fui chico, me hice hombre y el inmenso dolor que me causa pensar que hace 40, 45 años estaba mejor que ahora porque era un lugar donde no había pobreza estructural, era un lugar pujante, era un lugar donde había trabajo. Y hoy es el corazón de todas las frustraciones argentinas.
Se habla mucho de los candidatos en el distrito, hay muchos de renombre que se postularon por estos días, pero se habla poco de plataformas. Si usted gana, ¿qué políticas aplicaría en los primeros días de gestión?
Lo primero que hay que hacer es tener la voluntad política de combatir el delito y eso lo vamos a hacer desde el día cero en nuestro mandato. Con nosotros los delincuentes la van a pasar mal en La Matanza.
En segundo lugar, una política de corrupción cero porque en La Matanza no entran capitales para dar trabajo, no hay empresarios, restaurantes, fábricas, tiendas, talleres, justamente por la inmensa corrupción que hay. Y después lo que vamos a hacer con la plata que (Fernando) Espinoza guarda en bancos sin plazos fijos -a costa de la pobreza estructural de los vecinos- es empezar todas las obras, toda la obra pública que hace falta para que el vecino eleve su calidad de vida, pero también para que facilite que vengan a invertir dinero en el sector privado.
Usted fue ministro de educación, ¿cómo ve la situación educativa en La Matanza y en la Provincia en general?
Es catastrófico. En la provincia de Buenos Aires llevamos casi cuatro años sin clases. Hoy, en este momento, no hay clases porque la educación es un sistema que funciona cuando funcionan todas sus piezas. Hoy el 70% de las escuelas de la provincia de Buenos Aires o tiene menos horas porque no están designados los docentes, o porque faltaron, o porque hace frío, o porque hace calor, o porque se rompió una tubería de agua, o porque faltaron los auxiliares docentes, o porque, o porque, o porque. Y eso sucede frente a la desidia del gobierno de (Axel) Kicillof que no le importa, no hace nada con tal que (Roberto) Baradel no grite, no tiene ningún problema en no hacer nada.
¿Qué piensa sobre la idea de entregar vouchers para el sistema educativo que está proponiendo Javier Milei?
La discusión es interesante. En Argentina, por el sistema jurídico institucional que tiene nuestro país, es imposible de realizar. Se puede realizar en Chile, por ejemplo, pero no en Argentina. Es una discusión, digamos, etérea, es una discusión que no tiene sentido, porque la gestión está en las provincias entonces usted debería acordar con las 24 provincias -que a su vez acordaran con sus legislaturas- modificar todos los estatutos docentes. Y aunque eso sucediera, que las escuelas compitan entre sí para que haya un sistema de competencia perfecto, cada director debería poder elegir a sus equipos pedagógicos y hoy en las escuelas públicas hay gente de 22, 23 años, que ha titularizado un cargo y que tienen que esperar 42 años para que puedan entrar en el sistema. Entonces no es cuestión de tirar propuestas por tirarlas, sino que hay que analizarlas. Vos fijate que en dos minutos, o quizás menos, yo acabo de analizar el por qué no.
A mí me seduce intelectualmente esto, de hecho yo escribí mucho hace 25 años sobre estas cuestiones. Lo que pasa es que es de imposible práctica en nuestro país, no se puede hacer.
¿Cómo imagina el escenario electoral en la provincia?
Nosotros vamos a llevar una muy buena oferta, nuestros dos candidatos son muy buenos, y yo creo que Kicillof no va a poder escapar del desastre de su gobierno. Kicillof es igual que (Alberto) Fernández, no han movido un dedo en estos cuatro años, no han hecho un mal gobierno, directamente no han gobernado.
Y a nivel nacional, ¿qué imagina? ¿Una elección de tercios? ¿Polarización?
Yo creo que para eso falta mucho y creo que puede haber muchos escenarios posibles, pero no imagino tercios.
¿Y a qué precandidato presidencial de su espacio le da su apoyo?
La verdad es que los precandidatos presidenciales y a gobernador son buenos y yo creo que hay que esperar un poquito más todavía.
La Corte Suprema fue puesta de alguna manera en el banquillo de los acusados por el gobierno ¿son legítimas las críticas?
Este juicio político es una payasada, es un circo. Básicamente porque es todo objetable, porque no hay ninguna causal de juicio político que tenga asidero en lo que plantea el oficialismo. Realmente al principio pensé que era porque querían desacreditar a la justicia, cosa que no han logrado porque a casi nadie le importa el juicio político. Usted pregúntele a la gente.
No hay ninguna causal de juicio. Si hay irregularidades en la obra social del Poder Judicial y se comprueba un delito, está la justicia. Si un colaborador de un juez de la Corte cometió una irregularidad o un delito, está la justicia. No son causales de juicio político esas.
Y en el mismo sentido le pregunto, el juez Sebastián Ramos se aferró a la causa del Lago Escondido argumentando que su relación con el exministro (Marcelo) D'Alessandro no afecta la imparcialidad como magistrado. Por otro lado, tenemos a Pepín Rodríguez Simón prófugo de la justicia. El fiscal Diego Luciani junto al juez Rodrigo Giménez Uriburu jugando al fútbol en la Quinta de los Abrojos ¿no son irregularidades graves de interferencia política?
No, porque lo que el derecho argentino tiene como causal al momento de excusarse es íntima amistad con alguien. Yo fui decano de una universidad nacional, de la Facultad de Derecho, y yo tenía trato cotidiano con muchos jueces que eran profesores de esa facultad. Con ninguno tenía trato íntimo, con ninguno iba a comer con su esposa. Ir a jugar al fútbol no es lo mismo porque, sino, ningún abogado podría litigar en ningún tribunal. Se trata de amistad íntima, por ejemplo, si uno es padrino del hijo de alguien, uno presupone una amistad íntima.
El próximo gobierno, independientemente de quién sea, ¿debería hacer una reforma judicial para que funcione mejor la justicia y no sea tan cuestionada?
Posiblemente, posiblemente. Muchas instituciones de nuestro país seguro necesitan reformas. La cuestión es que algunas de esas reformas no deben hacerse en años electorales porque eso contamina la reforma. Pero sí, nosotros siempre vamos a estar abiertos a mejorar las instituciones en nuestro país. Por ejemplo, yo personalmente no estoy de acuerdo con el sistema de PASO, pero este no era el año para discutirlo.
¿Por qué no le gusta?
Primero porque es un gasto enorme, segundo porque yo creo en la libertad de los partidos políticos de poder elegir per sé los candidatos. Y, aún si hubiera PASO, debería haber solo en los lugares donde son competitivos, donde hay competencia. Se han gastado miles de millones de pesos en elecciones donde cada partido lleva un solo candidato. Es ridículo.