Matías Guiñazú, un hombre de 44 años, mató a puñaladas a Soledad Ibañez, de 42 años, quien era su pareja. Tras asesinarla en una casa en Merlo, salió ensangrentado a enfrentar a la policía: "Tirame, ¿qué esperás? Matame, es lo que yo quiero", les dijo a los efectivos con la cuchilla en la mano. Por su parte, le dispararon con balas de goma y bombas de estruendo para intentar desarmarlo.
"Matame con un buen tiro en la cabeza te dije", insistía en asesino ante las reiteradas órdenes de detenerse de la Policía. Los agentes de la Departamental de Merlo le ordenaban que soltara el cuchillo y se quedara quieto.
Finalmente, Guiñazú se auto cortó con el cuchillo, en un intento por suicidarse, pero terminó siendo detenido por la Policía. Junto a él estaba el cuerpo de la mujer brutalmente asesinada de casi 28 puñaladas. Otro femicidio que se suma a la larga lista de los que se cometen cada año en Argentina.
Todo este episodio tuvo lugar el domingo, en una casa en Merlo, sobre la calle José Martí al 500. Los efectivos de la Policía grabaron la detención del asesino, donde además quedó registrada la escena del crimen.
Una vez detenido, Guiñazú fue trasladado al Hospital Héroes de Malvinas. Tenía heridas en el tórax y en el abdomen, por lo que tuvo que ser operado y hasta el momento sigue internado.
Matías y Soledad estaban en pareja desde hacía algunos años y convivían. Según los testimonios de la familia de la víctima, él era violento con ella y tenía antecedentes de violencia de género con una pareja anterior.
La causa está a cargo de los fiscales María Laura Cristini y Hernán Moyano, de la UFIJ 12 de Morón. La misma está caratulada como "homicidio agravado por el vínculo" y prevé una pena de prisión perpetua para el asesino.