El queso es uno de los ingredientes más consumidos por los argentinos, en todas sus formas, sabores y tamaños. El queso Camembert se popularizó en los últimos años en nuestro país pero, ¿de dónde viene y en qué recetas se puede usar?
Argentina se ubica en el séptimo puesto en el ranking de productores mundiales de queso. Además, es el principal consumidor de Sudamérica (13 kilos de queso por persona por año), por agregarlo a una gran diversidad de platos dulces y salados.
El camembert es un queso blando muy versátil y utilizado para una gran cantidad de recetas gourmet. Los expertos en queso describen su interior como más cremoso a medida que madura y su superficie es una pasta color marfil brillante, salpicada con pigmentos más o menos intensos.
Los orígenes del queso Camembert
El queso Camembert, también conocido como "Camembert de Normandie", es uno de los símbolos más destacados de la gastronomía francesa. El queso tiene este nombre en honor a la pintoresca y pequeña ciudad de Camembert, donde se produjo por primera vez.
Su origen se remonta a la Revolución Francesa, a finales del siglo XVIII. En ese entonces, un sacerdote perseguido de la ciudad de Brie (sí, la que da nombre a otro queso emblema de Francia) encontró refugio en la casa de un agricultor. Como agradecimiento por haberlo salvado, el cura le enseñó el estilo cremoso de su región natal, por lo que el queso Camembert es una combinación entre técnicas locales y las que llevaron a la creación del Brie.
La fama del Camembert tiene dos fundamentos, una leyenda y una participación clave en una guerra. Por un lado, se dice que fue Napoleón III el que le puso el nombre y lo volvió famoso. Por el otro, alimentó a los soldados durante la Primera Guerra Mundial, con lo que adquirió aún más reconocimiento a nivel nacional e internacional.
Si bien su origen no es argentino, hay variedad de emprendimientos y pymes locales que preparan sus propias recetas y versiones. Estas, si bien no son idénticas, son lo suficientemente similares como para pasar desapercibidas.
Los acompañamientos ideales
Al ser un queso versátil, el Camembert se puede incluir en decenas de recetas saladas y agridulces. Así, entre sus usos más destacados aparecen:
- Sánguches con pan francés o baguette: puede servirse ligeramente caliente para derretirse sobre un relleno frío como jamón crudo o cocido o bien hojas verdes como rúcula.
- Con frutos secos, como nueces, almendras o castañas de cajú.
- Con fruta fresca: no hay combinación agridulce más deliciosa que el queso Camembert con peras asadas o hervidas.
- Con mermeladas de arándano o durazno
