Se acerca fin de año y vamos a volver a comer como si no hubiese un mañana. Sin embargo, cuando se arma una mesa entre varios amigos o miembros de la familia, a pesar de que podemos llegar a comer más de lo que debemos, suele sobrar comida. Uno de los alimentos quizás más difíciles de conservar son los sándwiches de miga, ya sea porque se secan o se ponen feos. Tomá nota, porque te contamos la mejor forma de guardarlos para mantenerlos frescos, al menos, unos días más.
La clave está en la envoltura. Para mantener los sándwiches de miga frescos por más tiempo es importante envolverlos en film o en otro papel que impida que el sándwich quede en contacto con el aire. Esto va a ayudar a que se mantengan frescos y no se seque el pan.
Una vez envueltos, se pueden poner en un recipiente hermético o en una bolsa con autocierre. Esto va a permitir mantenerlos fuera del alcance de otros olores que pueda haber en la heladera y de la humedad propia del ambiente refrigerante.
En cuanto a la ubicación en la heladera, el mejor lugar para guardar los sándwiches de miga es en los estantes de abajo y lo más cerca de la puerta posible. Evitá ponerlos en los lugares donde pueden estar a temperaturas frías extremas como cerca del congelador o al fondo de la heladera, puntos que suelen ser más fríos que otros.
Si bien se pueden conservar manteniendo la frescura de los sándwiches de miga, no es un alimento que dure mucho tiempo en la heladera, por lo que se aconseja un consumo temprano. Para comerlos más ricos se aconseja comerlos como máximo hasta dos o tres días después de su preparado. Mientras más tiempo pase, su calidad va a ir empeorando.
Después, si durante la mesa de año nuevo van a estar un largo tiempo fuera de la heladera, un buen tip es mantenerlos alejados de cualquier ventilador o aire acondicionado para que no se sequen. Otra buena idea es cubrirlos con un trapo limpio y húmedo para que mantengan la frescura de la miga.