Tras la derrota de Massa en el balotaje, se empiezan a producir reacomodamientos. Ahora la jueza Ana María Figueroa presentó sus papeles ante la Anses para poder jubilarse. De esta forma, concluye el conflicto entorno a su continuidad o alejamiento en torno al su cargo como magistrada de la Cámara Federal de Casación Penal.
La Cámara de Casación es el segundo órgano en jerarquía del poder judicial, solo por debajo de la Corte Suprema. La magistrada tenía una función clave, ya que tenía en sus manos los expedientes de dos causas de relevancia para Cristina Kirchner: la causa Los Sauces-Hotesur y la firma del memorándum con Irán.
La jueza estaba por cumplir los 75 años, edad límite para mantenerse en esa función, y luego de la cual debía abandonar el cargo. Aun así, la excepción para mantenerse en funciones era reunir los votos suficientes en el Senado para que la jueza pudiera continuar por cinco años más.
Una vez que la jueza cumplió la edad límite, la Corte Suprema decidió cesantearla. Tras ello, el Senado reunió los votos y acordó su continuidad. Tiempo después el presidente Alberto Fernández firmó el decreto para validar lo votado por el Senado y, de esta manera, la jueza reclamó su reasignación a la Comisión de Selección del Consejo de la Magistratura de la Nación.
En su momento, los integrantes del Consejo de Magistratura charlaron informalmente y coincidieron en que el organismo no tenía las facultades para darle posición en el cargo de los jueces. Por lo que la disputaba estaba abierta.
Pero todo cambió a partir de la victoria de Milei en el balotaje. A sabiendas de que ya no contaba con el apoyo del Ejecutivo, la magistrada decidió avanzar con sus papeles jubilatorios para finalmente abandonar el cargo.