Tito Franklin Escobar Ayllón, el taxista que se encontraba prófugo desde 2015 por "abuso sexual agravado por el acceso carnal" contra una joven en el barrio de Colegiales, quedó detenido luego de que se lo encontrara en la ciudad de El Alto, Bolivia. El hombre tenía un dictado de captura internacional y se había transformado en uno de los prófugo más buscados.

La clave para que finalmente las autoridades lograran encontrarlo fue nada menos que su mamá, la única familiar que siguió en contacto con él luego de que cometiera el presunto crimen. "El tipo es muy mamero. Sus hermanas lo quieren matar y se la pasaban discutiendo por teléfono por este tema. Su mamá era la única que lo defendía", afirmó un investigador de la Policía Federal Argentina (PFA), que lo siguió durante años.

Yendo tras los pasos de la madre, la única pista que tenían a mano, detectives del Centro de Investigación Policial de Bolivia la vigilaron por La Paz y Cochabamba. En un momento, los detectives se preguntaron: "¿Dónde te encontrarías con alguien si querés que nadie te vea? En un lugar lleno de gente". Por ello los investigadores siguieron a la señora hasta la feria del Mercado de Ciudad Satélite, ubicada en las afueras de La Paz. Finalmente a eso de las 14:45 horas lo encontraron disfrutando un almuerzo.

"En ningún momento se resistió ni negó su identidad. El vínculo con su mamá nos hizo suponer que nunca estuvo lejos de ella, y que nunca dejó de verlo, así sean encuentros esporádicos", agregaron los detectives.

Minutos más tarde, los detectives le comunicaron la información a Manuela Ponz, la víctima de Escobar. "Por fin llegó el momento de darte la noticia que tanto esperábamos...", comenzaron diciendo los investigadores.