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Columnistas

Nicolás Trotta: “Milei está utilizando las propias estructuras del Estado para destruirlo”

nicolás trotta

El exministro de Educación Nicolás Trotta apuntó contra el Presidente por la desfinanciación del sistema educativo y aseguró que el líder de La Libertad Avanza consolidó una estrategia discrecional del envío de fondos.

“En vez de pensar cómo se mejora la universidad, lo que se está pensando es cómo logramos hacer frente a gastos obvios que tiene el funcionamiento del sistema universitario”, analizó Trotta en Diario Con Vos.

¿Quién audita las universidades?

Las universidades son auditadas por los organismos de control que tiene el propio sistema universitario. Tenemos que entender que el sistema universitario tiene un esquema de co-gobierno, cada uno con su esquema de organización interna, donde hay rendición de cuentas, hay marco de auditoría interna, y además el propio contralor que implica, la co-gestión, donde participan en los distintos claustros, estudiantes, graduados, no docentes y docentes. Eso da todo un marco de funcionamiento y un esquema de control. Y después está la Auditoría General de Nación (...).

¿Es falso que las universidades no se auditan, entonces?

Es falso. Más allá de su marco de autonomía, tienen un esquema de control interno, no es que las universidades hacen lo que quieren. Me parece que, en ese sentido, Milei intenta generar un marco de sospecha, sobre todo del sistema universitario, para correr el eje de la discusión de fondo que tendríamos que entrar llevando adelante sobre por qué se desfinancia el sistema universitario de esta forma.

El recorte a las universidades fue de alrededor de 80% en gastos de funcionamiento, ¿Qué implica esto?

Primero implica que hay gastos que ya eliminaron las universidades, como pueden ser todas las actividades extra académicas que se llevan adelante. Por ejemplo, en muchos casos los comedores dejaron de funcionar porque ya no se podían proyectar los gastos. Hay tres componentes principales en el gasto de funcionamiento: salario docente y no docente, financiamiento de los hospitales universitarios, que son los de la Universidad de Buenos Aires, los de Córdoba, los de La Rioja y los gastos de funcionamiento, que es todos los servicios públicos (...).

Los rectores me han manifestado que la luz les ha aumentado entre 300 y 500%. Por ejemplo, una universidad del Conurbano me decía que pasó de casi 3 millones de pesos a 9 millones de pesos el gasto de luz. Las universidades ni siquiera están peleando por un mayor presupuesto. Lo único que está planteando el sistema universitario, que es ridículo entrar en esa discusión porque es absolutamente irracional, es que las pautas ya comprometidas y expresadas en el presupuesto 2023 se actualicen por inflación en este 2024. Ni siquiera hay una discusión de fondo. Me parece que todo se puede discutir en el sistema universitario. Y existen distintos espacios para hacerlo, como el Consejo Universitario Nacional, el Ministerio de Educación y la Secretaría de Políticas Universitarias y la CONEAU, que es una institución de enorme prestigio en el proceso de acreditación y supervisión del funcionamiento del sistema universitario nacional.

Las partidas de los hospitales universitarios se mantienen también sin actualización a pesar de que la inflación en el área de salud es más alta que la inflación general. ¿Estas instituciones tienen incluso mayor dificultad para afrontar los gastos?

Sí (...). Por ejemplo, el Hospital de Clínicas es un hospital de referencia, no sólo para la Ciudad de Buenos Aires, sino también para toda la población argentina por las operaciones de alta complejidad que realiza. Lo mismo pasa con el impacto que tiene el Hospital de la Universidad Nacional de Córdoba o el Hospital de la Universidad Nacional de La Rioja (...).

El gobierno también corta con, yo te voy a citar uno, pero sé que hay un montón, un convenio por asesoramiento que involucra a la UNTREF y a la Universidad de Tierra del Fuego, ¿Qué son estos convenios de intercambio y por qué son tan importantes?

En distintos momentos se ha establecido prioridad o no de contratación a las universidades nacionales por asesoramiento de especialistas. En la gestión de Mauricio Macri eso se interrumpió (...). En nuestra gestión establecimos nuevamente esa prioridad porque nos parece que el sistema universitario nacional (...) permite generar recursos adicionales que impactan positivamente en el sistema universitario. Me parece que hay que analizar caso por caso, siempre para estos servicios hay un requiriente que es el Estado Nacional y se requiere asesoramiento específico que necesita para el mejor despliegue de las políticas públicas.

¿Cuánto daña la quita de fondos para educación que sufren las provincias hoy?

El impacto es enorme. Primero porque genera una instancia de bajísima articulación entre el Estado Nacional y las provincias. En la Argentina conviven 24 sistemas educativos, que son los sistemas educativos de las 23 provincias y la ciudad de Buenos Aires. La responsabilidad de articulación de una mirada integral, pero también de cofinanciar el sistema educativo es del Estado Nacional. Lo que hoy notamos es un absoluto repliegue del Estado Nacional (...). Lo vemos en la ausencia de conectividad de escuelas, en la adquisición y distribución de libros de texto, pero también de libros de lectura recreativa, el desfinanciamiento del Instituto Nacional de Formación Docente. Lo más importante es que genera todo un marco de incertidumbre a un sistema educativo que viene con enormes desafíos (...).

¿Milei desfinanció la educación pública en esta etapa de ajustes?

Efectivamente. Milei define al Estado como una entidad criminal. Creo que, como presidente, está utilizando las propias estructuras del Estado para destruirlo. El financiamiento del sistema educativo es condición indispensable, pero no suficiente para la mejora de los aprendizajes de nuestros chicos en la escuela. Entonces, me parece que si nosotros le restringimos inversión, más allá que discutamos prioridades, que siempre es positivo, más allá que discutamos eficiencia en la inversión y el gasto, nunca vamos a mejorar el sistema educativo (...).

En vez de pensar cómo se mejora la universidad, lo que se está pensando es cómo logramos hacer frente a gastos obvios que tiene el funcionamiento del sistema universitario frente a este ataque frontal, que entre otras cosas aumenta la discrecionalidad de la política, que es, supuestamente, lo que Milei quiere dejar atrás. Sin presupuesto se habilita la administración discrecional de los recursos: a una universidad le pueden aumentar el 300% los recursos y a otra universidad le pueden aumentar cero.

¿Qué análisis haces de aquellos diputados que fueron a la plaza a apoyar la marcha universitaria y al día siguiente no bajaron a dar quórum para discutir el presupuesto universitario?

Yo creo que es una equivocación (...). Me parece que lo más importante es lo que se expresó el día martes en una movilización, que fue también la diversidad de fuerzas políticas que acompañan el reclamo. Y me parece que a partir de esos pasos que se están dando, también se puede empezar a construir una nueva mayoría distinta a lo que son estas políticas que está llevando adelante el gobierno, pero por supuesto aprendiendo de las equivocaciones del pasado.

¿Cuáles crees que son los desafíos pendientes de las universidades públicas?

Hay múltiples desafíos. Por un lado, creo que lo más importante es seguir democratizando el acceso al sistema universitario como motor de desarrollo de nuestro país, pero al mismo tiempo que la fotografía de los egresados sea en su composición social y económica similar a la fotografía del ingreso. Esto quiere decir que tenemos que acompañar fuertemente las trayectorias educativas en la diversidad de realidades, actualizar, por supuesto, como se viene haciendo la oferta educativa, los nuevos campos del desarrollo tecnológico y laboral en nuestro país, y siempre seguir mejorando el impacto de la transferencia tecnológica porque todo aquel que transita nuestro sistema universitario sabe que la matriz científico-tecnológica de la Argentina está principalmente instalada en nuestro sistema universitario nacional. Es ahí donde tenemos que mejorar la transferencia para que todo ese conocimiento que se genera en las universidades pueda impactar en mejorar los índices de desarrollo económico de la Argentina.