Santiago Bausili, presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), se reunió este lunes en Beijing con Pan Gongsheng, gobernador del Banco Popular de China. El principal tema a tratar fue el cambio de moneda, según informaron oficialmente, pero no hablaron sobre el tramo del swap de 4900 millones de dólares utilizado en 2023 y que deberá empezar a pagarse este año.
Según el sitio de noticias Infobae, la idea del Gobierno es “refinanciar” los vencimientos de este año, que no superarían lo 4900 millones de dólares para evitar un fuerte impacto en las reservas. “Fue una reunión protocolar, el swap es como cualquier instrumento financiero, se tiene que renovar”, comentaron.
Junto a Bausili, viajo la canciller Diana Mondino y los dos estuvieron en la reunión con Gongsheng. Además, estuvo presente el secretario de Finanzas, Pablo Quirno. “Dialogaron sobre la relación histórica entre ambos Bancos Centrales, iniciada con la firma del primer swap hace 25 años; el compromiso de la Argentina en la internacionalización del RMB como moneda para la liquidación del comercio; la identificación de áreas técnicas para completar las revisiones contempladas bajo el acuerdo del swap; y los acuerdos de cooperación e intercambio de experiencias técnicas y regulatorias”, detallaron.
En junio del año pasado, el BCRA renovó el intercambio de monedas con el Banco Popular de China por un monto de 18 mil millones de dólares que formaron parte de las reservas brutas internacionales y representa más de la mitad de ese stock. Sergio Massa en su momento utilizó 4.900 millones del primer tramo para pagar importaciones, vencimientos con el FMI y bonistas privados. En junio vence una parte del total de los fondos activados.
Además, el equipo económico quiere que el BCRA "refinancie" los vencimientos para sacarle presión a las reservas de 2024 y, si bien no especificaron la cifra, serían menos de 4.900 millones de dólares lo que debería pagarse este año.
Además, desde el Gobierno de Javier Milei no hay intenciones de activar el segundo tramo por 6.500 millones de dólares que se habían acordado con la gestión de Alberto Fernández y que nunca se terminó de activar formalmente.
Esta semana, Argentina le tiene que pagar al FMI un vencimiento por 2 mil millones de dólares el martes y 800 millones de dólares de intereses el miércoles. El resto del año, el flujo va a ser negativo, por lo que el Central va a tener que seguir con un saldo comprados en el mercado cambiario. Paralelamente, el equipo económico del Gobierno busca convencer al organismo para que lleguen fondos frescos que ayuden a destrabar el cepo.
