El acuerdo por paritarias con Hugo Moyano y la decisión del Gobierno de ir a la Justicia por el aumento de las prepagas, no van en sintonía con el purismo liberal de Federico Sturzenegger.
El costo de ser el ministro de Economía de un gobierno como el Javier Milei hizo que ayer, Luis Caputo tuviera que soportar a una multitudinaria movilización que fue a escracharlo al country Newman donde vive con su familia. Pero el reclamo de los trabajadores o de las personas con hambre no son lo único con lo que tiene que lidiar el funcionario. También le toca tener que atravesar -por segunda vez en su vida- la tensión con Federico Sturzenegger por los distintos abordajes a los problemas que tienen.
Por un lado, el dilema de las prepagas. Mientras que Caputo optó por acusarlas de haberles declarado la guerra a la clase media y oficiar de punta de lanza para que el Gobierno las intime a retrotraer precios, Sturzenegger explicó que las empresas solo buscan "ordenar la situación".
Es que en el Mega-DNU que redactó el exdirector del Banco Central desreguló el mercado de la medicina prepaga y habilitó a las empresas a aumentos que oscilaron entre el 90 y el 160 por ciento en los últimos 5 meses.
Pero eso no es todo. La otra diferencia significativa entre "Toto" Caputo y el exfuncionario tiene que ver con el vínculo con la CGT. Ayer, el sindicato de Camioneros que responde a Hugo Moyano y la Secretaría de Trabajo llegaron a un acuerdo para homologar la paritaria del sector. En la reunión que mantuvieron en la Casa Rosada, Santiago Caputo les habría transmitido a los sindicalistas que el Presidente no quiere estigmatizarlo. Los que participaron de esa mesa dijeron que el asesor presidencial les contó que a Sturzenegger solo se lo consulta por algún tema puntual como asesor externo. Sin embargo el ex funcionario ocupa, diariamente, oficinas propias tanto en la Casa Rosada como en la Quinta de Olivos.
Pero Sturzenegger no se quedó atrás y mantuvo su discurso liberal purista de siempre. En una entrevista con LN+ aseguró "la CGT representa a cada vez menos gente”, sentenció en LN+.
Como en el 2018, estos pesos pesados de la economía argentina terminan dándose chispazos cuando tienen que trasladar la teoría a la práctica. En el gobierno de Mauricio Macri, Sturzenegger fue quien tuvo que abandonar su puesto (la presidencia del BCRA) en medio de una corrida cambiaria, para que tomase su lugar a quien el expresidente llamaba el "Messi de las finanzas". Hoy en día, parecería ser que las realidades de ambos son otras, aunque en política los finales nunca son los previsibles.
