El presidente ya se sometió a los exámenes para poder subirse a uno de los aviones militares F-16 que le compró a Dinamarca y serán equipados por Estados Unidos.

Si bien los F-16 que acaba de comparle el Gobierno a Dinamarca son viejos y pertenecen a las primeras versiones, los expertos consideran que aún están en buenas condiciones y podrían volar durante una década más después de someterse a una modernización para mantenerlos en forma.

Esta adquisición tiene a Javier MIlei exultante y así lo demostró publicando en sus redes la noticia de que, en el marco de la gira internacional que está llevando a cabo, participará en el acto de entrega de las aeronaves en Copenhague el martes 16 de abril y allí se subirá a un ejemplar para testearlo antes de que sean entregados a las Fuerzas Aéreas Argentinas. Para tener la experiencia de que el piloto a cargo diga en voz alta: “Presidente, el avión es suyo”, Mieli ya se realizó los exámenes físicos de rigor.

El presidente estará acompañado por el ministro de Defensa, Luis Petri, quien ya firmó con su homólogo danés, Troels Lund Poulsen, una carta de intención para comprar los 24 aviones de combate F-16 estadounidenses, que incluirán misiles aire-aire AIM-120 AMRAAM y AIM-9, los dos principales misiles aire-aire utilizados por la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

En Dinamarca, Milei será copiloto de un viaje que durará entre 45 y 60 minutos y utilizará un buzo de vuelo con el sistema Anti-G (antigravedad), se sentará adelante y el líder del vuelo estará ubicado detrás.

Según Eurasian Times, el interés estratégico estadounidense fue tan grande que el Departamento de Estado se apresuró a desviar parte de los aviones de combate daneses F-16 que iban destinados a Ucrania para transferirlos a Argentina.

Cómo son los aviones que compró el Gobierno

El F-16, también conocido como Fighting Falcon, es una aeronave de cuarta generación diseñada por la compañía estadounidense General Dynamics, luego adquirida por Lockheed Martin. Su diseño se caracteriza por ser un caza polivalente de un solo motor con capacidades de combate aire-aire y aire-superficie.

Es reconocido por su agilidad y maniobrabilidad, lo que lo convierte en una aeronave altamente efectiva en combate “dogfight”, las peleas entre aviones que popularizó Tom Cruise en Top Gun. Su diseño aerodinámico, con alas en flecha y una única cola vertical, le otorga la capacidad de realizar maniobras acrobáticas a altas velocidades. Además, su alta relación empuje-peso le confiere una fuerte aceleración.