El precio de la carne bajó estas últimas semanas y es el momento perfecto para comprar matambre y convertirlo en la estrella del asado. ¿Cuál es el truco definitivo para tiernizarlo bien y que quede una mantequita?
El matambre es conocido por su sabor distintivo y su textura jugosa cuando se prepara correctamente. Sin embargo, su tendencia a volverse duro si no se trata adecuadamente puede frustrar incluso al asador más experimentado.
Sin embargo, hay una técnica infalible para asegurar que tu matambre resulte tierno y delicioso en cada bocado. ¿Cuál es el procedimiento correcto para tiernizarlo y evitar que quede chicloso o excesivamente duro?
Los tips para que el matambre asado quede riquísimo
- Colocar el matambre lo más estirado posible en una fuente para horno y desgrasarlo. Se debe retirar el excedente de grasa sin romper o cortar demasiado la carne.
- Cubrir con leche y agregar algunas especias. Queda muy bien con sal, pimienta, mostaza en grano, pimentón ahumado, y orégano, aunque las combinaciones posibles son infinitas.
- Llevar al horno a 150 grados durante dos horas aproximadamente.
- Sacarlo, limpiarlo un poco para quitarle el excedente de leche y llevarlo a la parrilla a fuego medio/fuerte.
- Apoyarlo sobre la parrilla del lado de la grasa y salarlo por encima.
- Dejarlo hasta que dore y darlo vuelta. Sacarlo una vez dorado de ambos lados. De esta forma, quedará crocante por fuera pero tierno y suavecito por dentro.
- No cortar hasta que se enfríe para evitar que se escapen los jugos de cocción que le dan mayor sabor.