En un giro inédito, Biden se comunicó con Netanyahu por el conflicto en Gaza y le impuso condiciones para mantener el apoyo de Estados a Israel en la guerra. En concreto, el mandatario norteamericano pidió que tomen medidas civiles y voluntarios en el terreno.

Biden condenó el ataque a voluntarios del World Central Kitchen, organización que fundó el chef español-estadounidense José Andrés, y dijo estar "indignado" por lo que sucedió. El hecho en cuestión terminó con siete muertos y un fuerte repudio a nivel mundial.

Israel reconoció su responsabilidad en los ataque, aunque señaló que no tuvo intencionalidad e indicó que continúa investigando las circunstancias de los asesinatos. Los graves acontecimientos desencadonaron una llamada de Biden a Netanyahu y un posterior comunicado de la Casa Blanca.

"El presidente Biden enfatizó que los ataques contra los trabajadores humanitarios y la situación humanitaria en general son inaceptables. Dejó en claro la necesidad de que Israel anuncie e implemente una serie de medidas específicas, concretas y medibles para abordar los daños a los civiles, el sufrimiento humanitario y la seguridad de los trabajadores humanitarios”, indicó el comunicado.

"Además, el presidente dejó claro que la política de Estados Unidos con respecto a Gaza estará determinada por nuestra evaluación de la acción inmediata de Israel en estos pasos”, señalaron desde la Casa Blanca.

Además Biden le dijo a Netanyahu que “un alto el fuego inmediato es esencial para estabilizar y mejorar la situación humanitaria y proteger a los civiles inocentes, e instó al primer ministro a que facultara a sus negociadores para concluir un acuerdo sin demora para traer a los rehenes a casa”.

Aun así, durante una conferencia de prensa, el secretario de Estado Anthony Blinken no aclaró cuales son las medidas concretas que debería tomar Netanyahu, aunque explicó que Israel debería darlas a conocer en "las próximas horas o días".