El ministro de Economía Luis Caputo mantuvo una reunión con uno de sus asesores de confianza: Domingo Cavallo. Si bien la noticia trascendió en las últimas horas, el encuentro se habría dado hace unos diez días.
Allí, el padre de la Convertibilidad brindó su mirada respecto a la situación económica. Durante el encuentro, Cavallo planteó su preocupación acerca de la lucha contra la inflación y su impacto en el tipo de cambio.
Al parecer, el exministro de Economía durante la década de los 90 tiene un pronóstico de inflación para los próximos meses mucho más severo que el Gobierno. En ese sentido, Cavallo cree que el crawling peg de 2% mensual se queda corto y el dólar rápidamente se volvería a atrasar con respecto a los precios, conduciendo a una nueva devaluación en marzo o abril.
Por su parte, Caputo intentó traquilizarlo. Según él, la inflación bajaría más fuerte de lo esperado por, lo que no habría que esperar un nuevo salto cambiario y se respaldó en el equilibrio fiscal que el gobierno consiguió en el mes de enero para sostener su posición.
El próximo miércoles se conocerá un dato clave: el Indec publicará la inflación de enero. Mientras Cavallo considera que se ubicará alrededor del 25%; Caputo cree que girará en torno al 20. El número que arroje el organismo reflejará cuál de los dos diagnósticos es el más acertado.
Los riesgo que podrían ocurrir si se cumple el diagnóstico de Cavallo
Lo cierto es que una nueva devaluación podría poner al gobierno entre las cuerdas. Si se da el salto cambiario en abril, como pronostica Cavallo, los precios volverían a descontrolarse y aumentaría la inflación. Al mismo tiempo, el ajuste sobre las tarifas que planea hacer el Gobierno tendría que ser aun más grande, dado que se trata de precios que están dolarizados.
Sin embargo, públicamente Caputo se mostró inflexible respecto a la política económica. Tras la caída de la Ley Ómnibus en Diputados el ministro de Economía aseguró: "La votación o no de la ley no va a cambiar el rumbo económico. No se va a gastar más de lo que se recauda y el Banco Central no va a financiar al Tesoro.
"El país sigue y todo va a salir bien porque por primera vez en décadas, estamos haciendo lo que corresponde", había sentenciado en aquella ocasión.