El Gobierno definió que las tarifas del gas finalmente subirán en marzo, y no como estaba previsto anteriormente para el mes de febrero tras las audiencias públicas que se celebraron el 8 de enero.

Pese a que la Secretaría de Energía tiene todo listo para aplicar la suba, el organismo convocó la semana pasada a las empresas distribuidoras para anticiparles algunas modificaciones en el esquema de aumentos previsto.

Sobre esto, todavía no hay indicios del nuevo cuadro tarifario que establecerá Energía. Esa dilación no se repetiría en el caso de la electricidad, sector para el que también ya se desarrolló, la semana pasada, la audiencia pública correspondiente y cuyo nuevo cuadro tarifario vería la luz de manera inminente.

Uno de los focos para analizar es si la canasta energética a determinarse de acuerdo a las distintas zonas del país significará la derogación de la ley 27.637 que dispuso la ampliación del régimen de zona fría, vigente hasta el 31 de diciembre de 2031, que reconoce hasta un 50% de los cuadros tarifarios para el gas en redes o en garrafas.

Asimismo, se encuentra bajo cuestionamiento la continuidad del beneficio que reciben los usuarios más vulnerables de gas natural, que son aquellos que no tienen acceso a redes y usan garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP), contemplados en el Programa Hogar, que consiste en un subsidio directo que se se paga a través de la Anses.

Con todo, las definiciones que darán lugar a la determinación de subsidios y sus beneficiarios serán motivo de una audiencia pública.

Pese a que Javier Milei festejó el dato de inflación de diciembre, que arrojó una suba récord del 25,5%, el Gobierno enfrenta presiones cruzadas para reducir, por un lado, el ritmo de aceleración de los precios y avanzar, por otra parte, en la eliminación de subsidios para trasladar todo el costo de los servicios básicos a los usuarios.