Juanita Castro, hermana menor de los líderes revolucionarios cubanos Raúl y Fidel, murió este lunes a sus 90 años en Miami, donde vivía hacía años tras haberse exiliado de Cuba. Su historia incluye duras acusaciones cruzadas con sus propios hermanos y hasta una colaboración con la CIA.
"Hoy se nos adelantó en el camino de la vida y la muerte Juanita Castro, mujer excepcional, luchadora incansable por la causa de su Cuba que tanto amó", publicó en Instagram María Antonieta Collins, la autora de sus memorias. Según trascendió, la mujer murió por “causas naturales” en un hospital de Miami.
La menor de los Castro abandonó Cuba en 1964, luego de romperse su relación con sus hermanos Raúl y Fidel por desacuerdos sobre el rumbo de la revolución. Según la versión que más circula, la reforma agraria emprendida por los revolucionarios alcanzó a la plantación de la familia, a cuya expropiación Juanita y su hermano mayor, Ramón, se opusieron.
De este modo, mientras Fidel calificaba a su hermana de “gusana contrarrevolucionaria”, Juanita comenzó a apoyar activamente a los disidentes del nuevo gobierno de Cuba. En 1964 se fue a México con su otra hermana Emma y, al llegar, dio una conferencia de prensa en la que habló sobre su país: “Mis hermanos Fidel y Raúl lo han convertido en una enorme prisión rodeada de agua. La gente está clavada en una cruz de tormento impuesta por el comunismo internacional”.
Meses después se mudó a Miami, donde abrió una farmacia en la que trabajó hasta venderla en 2006. Desde allí continuó denunciando públicamente a sus hermanos y llegó a colaborar con la CIA en los planes para derrocarlos usando el alias “Donna”.
En sus memorias tituladas "Fidel y Raúl, mis hermanos, la historia secreta", la cubana se refirió a su situación en el exilio: "Sin duda, he sufrido más que el resto del exilio porque en ningún lado del estrecho de Florida me dan tregua y pocos son los que comprenden la paradoja de mi vida", escribió. Y completó: "Para los de Cuba soy una desertora porque me marché y denuncié al régimen instaurado. Para muchos en Miami soy persona no grata por ser la hermana de Fidel y Raúl".
La llegada de Richard Nixon a la presidencia de Estados Unidos en 1970 cambió su relación con la central de inteligencia norteamericana. Aludiendo a recientes negociaciones entre el secretario de Estado Henry Kissinger y el gobierno soviético, dos agentes de la CIA le pidieron a Juanita Castro que se retracte de las declaraciones contra el gobierno cubano que hacía a través de su programa de radio, Radio Periódico. Juanita se negó rotundamente y con ello cortó relaciones con la CIA, la cual a su vez le retiró la ayuda financiera que le prestaba.
“Su hermana Emma y su familia extendida piden privacidad en este momento tan doloroso. No habrá entrevistas y, de acuerdo a su voluntad, su funeral será privado", publicó la escritora de sus memorias en Instagram.