Por sexta vez en la historia de Estados Unidos, el Congreso decidió echar a uno de sus miembros. Se trata del republicano George Santos, representante de un condado de Nueva York, un peculiar mentiroso compulsivo y acusado por diversos fraudes.
Este viernes se produjo, por segunda vez en el año, la votación para decidir si Santos podía seguir siendo diputado. Para echarlo era necesario tener dos tercios de los votos de los presentes. Finalmente, 311 congresistas votaron contra él, mientras que 114 defendieron que se quedara. De esta manera, Santos se convierte en el sexto miembro de la historia del Congreso en ser echado. Los primeros tres lucharon a favor de la Confederación, defendiendo la esclavitud, en la guerra civil. Los otros dos habían sido condenados por diversos crímenes.
Santos está acusado de fraude en 23 casos distintos, pero las denuncias aún no fueron juzgadas. El intento de expulsión previo había fallado, en parte, por la negativa de la vieja guardia del Partido Demócrata, que advirtió el peligro de echar a un congresista sin que este sea condenado por algún delito. Un informe del Comité de Ética de la cámara baja estadounidense, que detalló cómo Santos usó dinero de su campaña para comprar viajes, tratamientos cosméticos y bienes de lujo cambió la ecuación política.
Tanto representantes republicanos como demócratas introdujeron mociones para forzar el voto de expulsión esta semana. El jefe de la bancada republicana, Mike Johnson, intentó convencer a Santos de que renuncie, pero este se negó. Tanto Johnson como otros dirigentes republicanos votaron contra su expulsión, pero no intentaron alinear al partido detrás de su posición. Ahora, luego de su expulsión el distrito que representaba Santos, en Long Island y Queens, debe realizar una elección especial en los próximos 90 días.
Poco después de su llegada al Congreso, en el 2021, comenzaron a conocerse algunas historias realmente extrañas del republicano. Entre otras cosas, se conocieron denuncias criminales en Brasil, un pasado como artista drag en ese país y que había mentido al decir que fue estrella de voley en una universidad a la que, en realidad, nunca había ido. En aquel momento, Santos admitió haber exagerado su currículum, pero negó haber cometido ningún crimen.
Ahora, los demócratas buscarán recuperar el lugar que les había ganado Santos en el 2021, reduciendo la mayoría del Partido Republicano en la cámara baja.