El filósofo Slavoj Zizek causó polémica en la inauguración de la Feria del Libro de Frankfurt por criticar a Israel y decir que los palestinos están siendo olvidados. Al inicio de su discurso dijo que "condenaba incondicionalmente los ataques de Hamas" pero centró sus declaraciones en recordar la situación del pueblo palestino, por lo que lo acusaron de "comparar" los ataques de Hamas con la contraofensiva israelí.
El discurso comenzó polémico desde el principio, porque cuando Zizek se subió al escenario lo primero que advirtió fue, "no aplaudan ahora, esperen a lo que voy a decir, tal vez después nadie aplauda". El auditorio se preparó para lo que anunciaba el filósofo y escuchó atento lo que tenía para decir, aunque algunos integrantes del público protestaron contra sus declaraciones.
El filósofo, en su discurso, recordó una frase de la revista alemana Der Spiegel, en la que se decía que eran los judíos los que tenían derecho a decidir si alguien es antisemita. "Eso no suena mal. La víctima tiene derecho a definir por quien se siente discriminado. Pero, ¿ese principio no es válido también para los palestinos?", preguntó.
"Quiero que quede claro, condeno los atentados de Hamás sin atenuantes y le doy el derecho a Israel a defenderse. Pero tengo la sensación de que si uno habla del trasfondo de este conflicto, queda de inmediato bajo sospecha de defender a Hamás, ¿qué tipo de sociedad es una sociedad en la que hay ese tipo de prohibiciones?", sostuvo Zizek.
En el centro de su discurso, sostuvo, "debes incluir en la discusión la situación de millones de palestinos". Mientras continuaba exponiendo, uno de los espectadores intervino exhortándolo, "no puede comparar el terror de Hamas con lo que está haciendo Israel", a lo que Zizek respondió, "claro que no se puede comparar a Israel con los ataques violentos de Hamas" pero el oyente continuó criticándolo bajo la acusación de "relativista".
Zizek, luego, criticó el accionar de su oyente y denunció la "cultura de la cancelación", dando a entender que la interrupción era parte de ese movimiento, y expresó, "todo lo que la cultura de la cancelación hace es excluir a aquellos que no caben en tu noción sobre la inclusión y la adversidad".
El director de la Feria, Jürgen Boos, tras el episodio protagonizado por Zizek, sostuvo, "es la libertad de expresión y está bien que así sea. También está bien que el discurso haya sido interrumpido varias veces por el público y me alegro que haya podido llegar al final. Gracias Slavoj por mostrarnos los abismos que hay en todos nosotros".
Otra de las repercusiones que tuvo fue comentada por la presidenta de la Asociación de Libreros Alemana, Karin Schmidt-Friedrich, dijo "rechazo" las palabras del filósofo y agregó, para terminar con el acto de inauguración, "pensando en la solidaridad con Israel, declaro inaugurada la Feria de Frankfurt".
Por su parte, Zizek cerró sus declaraciones diciendo "Israel tiene derecho a defenderse pero cómo lo haga es algo que nos tiene que preocupar a todos".
La Feria del Libro de Frankfurt mientras Medio Oriente está en guerra
La Feria comenzó en un clima pesado, con críticas y boicots por la posición pro-Israel. Zizek, mientras tuvo la palabra, también criticó la decisión de la Feria del Libro de aplazar la entrega del premio LiBeraturpreis a la autora palestina Adania Shibli por los conflictos entre Palestina e Israel, a la que calificó de "escandalosa".
Y agregó: "Estamos ante las paradojas de la cultura de la cancelación". Ante esta situación, unos 600 escritores de todo el mundo, incluidos los premios Nobel Annie Ernaux, Abdulrazak Gurnah y Olga Tokarczuk, escribieron una carta pidiendo que revocaran la decisión y dieran espacio a las voces palestinas. Países como Malasia e Indosenia cancelaron su participación por el apoyo abierto a Israel de parte de la organización de la Feria.
