Hamas, la organización islamista palestina que controla la Franja de Gaza y protagonizó el ataque sobre Israel del fin de semana, nació en 1988, justo después de la primera "intifada", como le llaman a las rebeliones populares contra Israel. El nombre de la organización es un acrónimo de Harakat al-Muqawama al-Islamiya (Movimiento de Resistencia Islámico) y, al mismo tiempo, "fervor" en árabe.
El movimiento se distinguió rapidamente de la organización que tenía, tradicionalmente, la hegemonía en la vida política palestina, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) por su devoción al Islam y su compromiso con la destrucción completa del Estado de Israel. En sus comienzos, se opuso a los Acuerdos de Oslo de 1993, que buscaban un camino hacia la construcción de un estado palestino y otro israelí.
Su rama militar, las Brigadas Iz al-Din al-Qassam, se dedican casi exclusivamente al objetivo de eliminar al Estado de Israel. Por lo tanto, Hamas fue etiquetada como una organización terrorista por la mayoría de los países occidentales, incluyendo la Unión Europea y Estados Unidos. Al mismo tiempo, Hamas tiene una política social muy desarrollada, con escuelas y hospitales propios, que le granjearon mucha simpatía entre los palestinos.
Esta política es la que los impulsó como fuerza política. Su popularidad se hizo sentir en el 2005, cuando Israel, por decisión del primer ministro Ariel Sharon, sacó a todas sus tropas de Gaza y evacuó las colonias judías en la zona, con el objetivo de generar una convivencia pacífica con una entidad palestina organizada como vecino, avanzando, posiblemente, hacia la construcción de un estado palestino. Hamas se impuso, en en las elecciones del 2006, al Fatah, el partido político de la OLP, dejando sin efecto los acuerdos a los que esta organización había llegado con Israel.
Desde que Hamas llegó al poder, Israel y Egipto impusieron un bloque conjunto sobre Gaza. Esta medida, junto a la clasificación de los líderes palestinos como terroristas, han mantenido a la zona profundamente aislada y pobre.
Hamas sigue comprometida ideológicamente con la destrucción de Israel, y Gaza es, muchas veces, una base para llevar a cabo operaciones terroristas contra el estado judío, incluyendo tiroteos, bombas en colectivos, y, en los últimos años, ataques con misiles lanzados desde el territorio que controlan.
Pese a las permanentes peleas y la enemistad con Hamas, hay sectores del gobierno de Israel que lo ven como un "aliado" contra Fatah, la facción más negociadora dentro del campo palestino. La derecha israelí ve a la pelea entre ambos partidos como una garantía de que nunca haya una Palestina unida a favor de un acuerdo de paz, o un frete único que demande la independencia palestina.
En los últimos años, sin embargo, Hamas fue tomando posiciones menos violentas hacia el estado de Israel, y las fuerzas políticas israelíes creyeron que la organización estaba yendo hacia un liderazgo más pragmático y responsable, con menos énfasis en la lucha armada. Es muy probable que haya sido esta opinión la que generó, al menos en parte, la increíble falta de preparación por parte de la inteligencia y las Fuerzas Armadas de Israel para responder a la invasión del sábado a la mañana.