Benjamin Netanyahu, el polémico primer ministro de Israel, llamó a la oposición a formar un gobierno de unidad nacional "sin precondiciones", como hicieron los partidos israelíes en la víspera de la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Además, el dirigente de derecha explicó que ordenó cinco acciones al comienzo de la guerra. Primero, que las Fuerzas Armadas derroten a aquellos terroristas que siguen en Israel, e impidan el ingreso de otros, una operación que sigue en curso. Luego, que se desarrolle un atauqe masivo y sin precedentes contra Hamas, que ya comenzó.
La tercer orden es mantener la paz en el resto de los frentes, tanto en el norte, con Hezbolá, como en Judea y Samaria, adentro de Israel. El cuarto punto se basa en la búsqueda de apoyo internacional para la operación y buscando "preservar la libertad de acción de Israel".
La quinta orden y, en opinión del propio Netanyahu, la más importante, busca solidificar la unidad nacional israelí. El primer ministro declaró: "Las divisiones entre nosotros terminaron. Estamos todos unidos. Y cuando estamos unidos, vencemos". "El liderazgo se debe unir", dijo el primer ministro, y llamó a los líderes de la oposición a establecer "un gobierno nacional unificado de emergencia sin precondiciones", como hizo el dirigente opositor Menachem Begin, fundador del Likud, el partido de Netanyahu, en la Guerra de los Seis Días.
Además, Netanyahu aseguró que Israel recién empieza a golpear a Hamas, y que las imágenes de la destrucción en Gaza "son solo el comienzo". Agregó: "Hemos limpiado a cientos de terroristas y no vamos a parar ahí". Aseguró que, allí donde Hamas opere, lo convertirán "en una ciudad de ruinas".
Por otro lado, el primer ministro dijo que está en "contacto constante con el presidente Joe Biden", y le agradeció a Estados Unidos por su apoyo a Israel "en las palabras y los hechos". Al mismo tiempo, le agradeció al resto de los líderes mundiales por su apoyo al país de Medio Oriente.