El crimen de Mariano Barbieri, el ingeniero de 42 años que asesinaron de una puñalada en Palermo conmocionó a todo el país. Hasta ahora, la investigación tiene como pistas un cuchillo, una secuencia registrada por las cámaras de seguridad y un testimonio clave.

El cuchillo Tramontina lo encontró un periodista mientras caminaba por el parque Tres de Febrero, el lugar donde atacaron a Barbieri. La Policía Científica, por orden del fiscal Marcelo Munilla Lacasa, está peritando el cuchillo. Primero buscarán huellas con un nuevo aparato de detección, para luego comparar la sangre del Tramontina con la sangre de la remera del ingeniero.

La segunda pista son las imágenes de una cámara de seguridad que registran a una persona que huye corriendo. El registro se corresponde con la descripción que hizo un testigo. El inconveniente: las imágenes registran al sujeto de lejos, sin captarle el rostro y con poca claridad. De todos modos, los investigadores buscan reconstruir el recorrido de huida del sujeto.

El testigo que declaró sostuvo que la pelea entre el ingeniero y el ladrón fue dura. De acuerdo con sus declaraciones, la descripción que hizo de la vestimenta concuerda con la de los registros en las cámaras.

Aun así, en la investigación se presentan dificultades. Las pericias sobre el cuchillo que ordenó Lacasa no son para nada sencillas. Primero deben buscar huellas, algo que no resulta nada sencillo en un cuchillo, de acuerdo con los expertos en criminalística. En segundo lugar, deben analizar la sangre que, por lo general, suele tapar las huellas. Las pericias esperan terminarlas este mismo viernes.

Entre los investigadores subsiste la duda sobre si el homicida no es un hombre en situación de calle. La vestimenta que se registró en las cámaras parece mostrar lo contrario. Sin embargo, muchas personas duermen en esa zona y de acuerdo con la fiscalía hay frecuentes peleas entre ellos. El Tramontina sería otro punto a favor de esta hipótesis, ya que es un instrumento de notoria precariedad.