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Columnistas

Dónde se jugará finalmente el Mundial del centenario en 2030: ¿vendrá a Sudámerica o se quedará en Europa?

El año que viene la FIFA va a elegir la sede del Mundial masculino de fútbol del centenario entre la opción sudamericana de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay o la variante de España, Portugal y Marruecos, que fue sumada en marzo de este año. Un tercer contendiente iba a ser Arabia Saudita, pero se bajaron pensando en 2034. En Conmebol son optimistas en ganar la plaza porque el primero se hizo en Montevideo, por el fervor de la región y, sobre todo, por el factor Lionel Messi tras el título en Qatar. Sin embargo en los últimos años el país quiso recibir distintos torneos, pero por distintos motivos se cayeron.

En 2005 los entonces presidentes de FIFA y Uruguay, Joseph Blatter y Tabaré Vázquez, durante la conmemoración del 75° aniversario del primer campeonato mundial, barajaron la chance de organizar el torneo de 2030 por los 100 años. En 2010 Julio Grondona sumó la voluntad de Argentina para ser parte, pero en 2013 la casa del fútbol avisó que no recibirían más candidaturas conjuntas.

Caídas las cúpulas tras el FIFA Gate, en 2016 Vázquez y Mauricio Macri presentaron formalmente la candidatura y luego se sumaron chilenos y paraguayos. Más allá de la pasión, las contras que tienen es la ubicación, distancia entre países, las chances de conectarse y la dificultad para lograr inversiones. La otra opción tiene a los tres países cerca y bien comunicados, estadios más modernos, el apoyo de África - que encima cuenta con 54 votos contra los 10 sudamericanos- y la deserción saudí, que les granjea el favor del mundo árabe.

La AFA sí puede mostrar como carta que organizó el Mundial masculino Sub 20 de este año, luego de que le quitaran el torneo a Indonesia por los comentarios anti israelitas de un gobernador de una región que iba a recibir partidos. Para evitar cualquier incidente antisemita, mudaron el torneo que terminó ganando Uruguay en el estadio Diego Maradona de La Plata.

Conmebol ya ha dicho que el Mundial debe venir a la región porque Argentina es el campeón mundial de mayores, los charrúas del Sub 20, mientras que Brasil es el monarca Sub 17 y olímpico. En el Congreso de la FIFA 2024 en Bangkok, Tailandia se sabrá quien será el ganador. En marzo de 2019 Chiqui Tapia anunció que iba a presentar una carta de intención para organizar el Mundial femenino de este año, pero finalmente nunca se hizo de manera oficial.

El país iba a organizar con Colombia la Copa América masculina de 2020, que luego se postergó un año por la pandemia. En 2021 Conmebol retiró la pata colombiana no solo por lo sanitario sino por las protestas sociales contra el gobierno de Iván Duque. Al principio Argentina iba a ser sede única, pero el gobierno decidió no hacerlo. Acá no primó lo económico o la salud como sí lo simbólico.

"No tomamos esta decisión por lo que implicara en términos de riesgo sanitario, porque la verdad que en ese sentido estaba todo muy controlado, los protocolos son estrictos, los planteles viajan en chárter y quedan aislados, sino porque nos parecía que era un mensaje confuso en este momento en el que le estamos pidiendo a la gente que haga un esfuerzo muy grande y además donde la situación sanitaria es muy difícil, no solo en el AMBA sino en otras provincias”, fue el mensaje del ministro Matías Lammens, que decidió retirar la organización tras debatirlo con Carla Vizzotti.

Desde 20 de octubre de este año Santiago de Chile recibirá los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos donde muchos atletas americanos buscarán no solo ganar medallas, sino también clasificar a los Juegos Olímpicos de Paris. El torneo se iba a hacer en Buenos Aires, pero se cayó. En enero de 2017 la capital chilena desistió de recibir los Juegos y ahí fue donde el gobierno nacional de Mauricio Macri y el ex presidente del COA, Gerardo Werthein encararon la chance de que Buenos Aires sea quien los organice.

Quería capitalizar la infraestructura que se estaba construyendo en Villa Soldati para los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018, salvo por la Villa Olímpica que luego se destinó a viviendas sociales. Por el tamaño del evento, con casi el doble de atletas que el certamen juvenil, se iban a sumar otras sedes deportivas. Werthein quería este evento para solidificar su anhelo de recibir los Juegos Olímpicos de mayores de 2032, que ya confirmó a la australiana Brisbane.

Curiosamente los Juegos de la Juventud de Buenos Aires, plaza ganada en 2013, fue una de las pocas políticas de Estado en las que trabajaron juntos Macri y Cristina Fernandez de Kirchner.

Pero el 21 de abril de 2017, nueve días antes del plazo para oficializar la candidatura el COA anunció que se bajaban. "Es una decisión conservadora y prudente. La tomamos con realismo y mucha cabeza, de manera absolutamente consensuada con el gobierno nacional y la Ciudad", aseguró Werthein, sobre un evento que demandaba, a priori, 650 millones de dólares de presupuesto, la mitad solamente para la Villa Panamericana. El dirigente había dicho que iba a concentrar esfuerzos en ganar la elección para 2027, pero tampoco se presentaron y esos Juegos se harán en Barranquilla, Colombia.

El 1° de octubre de 2016 los All Blacks derrotaron a Los Pumas en la cancha de Velez por el Rugby Championship. El partido tuvo como espectador de lujo al inglés Bill Beaumont, presidente de World Rugby. Tres días después junto con Agustín Pichot fueron recibidos por Macri en la Quinta de Olivos para discutir que el Mundial de 2027 se hiciera en el país por primera vez. El cuarto puesto en la Copa del Mundo de 2015, sumado al debut de Jaguares en el Super Rugby le daba a la UAR motivos suficientes para creer que se podía jugar acá.

Macri había jugado cuando cursaba en el Newman y además Pichot era el vicepresidente del organismo mundial, conocido por sus dotes para conseguir misiones complicadas, como el torneo anual para Los Pumas con las potencias del hemisferio sur o la vuelta del deporte a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Sin embargo tres semanas antes de las elecciones presidenciales de 2019, en una nota con el diario Midi Olympique de Francia, el ex medio scrum fue terminante:

"Hoy es utópico. El país atraviesa una crisis muy severa. El gobierno nunca pondrá seis millones de euros en una solicitud. Esta no es su prioridad y lo entiendo. Sin embargo, soñé con organizarlo en el país en 2027". El presupuesto estimado en esos años era de alrededor de 200 millones de dólares para un torneo más chico en equipos e infraestructura que el de fútbol, pero también con menor margen de recupero de la inversión.

Entre 2014 y 2019 el tucumano Horacio Muratore presidió la Federación Internacional de Básquet. Fue la persona que mejor capitalizó todo lo logrado por la Generación Dorada porque le permitió pasar por todos los estamentos dirigenciales a nivel mundial. En 2017 se presentaron la candidaturas para el Mundial de 2023 y la sede bipartita entre Argentina y Uruguay partía como favorita, incluso con la prioridad de ser la única opción a votar, siempre que se cumplieran con ciertos requisitos.

El primer torneo de la historia se hizo en el Luna Park en 1950 y los uruguayos recibieron el suyo en 1967, además de la tradición del deporte en ambos países. Finalmente se impusieron Japón-Filipinas-Indonesia que, ante las dudas rioplatenses, impusieron un proyecto más ambicioso en estadios y dinero. El consuelo fue que se garantizó que el campeonato de 2027 sí iba ir para el binomio sudamericano, pero en abril de este la FIBA anunció que lo organizará Qatar, que ya tuvo mundiales de handball, atletismo, fútbol y será sede del de natación del año que viene.

La inestabilidad política, la volatilidad económica, la mezquindad dirigencial y la potencia de algunos de los rivales hace que en los últimos años la posibilidad de organizar algunos de los principales eventos deportivos del mundo en el país se torne complicado. Para 2030 todos apuestan a Messi.

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