Axel Kicillof rompió el silencio sobre el asesinato de Morena Domínguez en la localidad bonaerense de Lanús y aseguró que “es un hecho que expone crudamente un conjunto de problemáticas de lenta y difícil solución”. "La campaña en mi caso pasa a un segundo plano", concluyó el gobernador de Buenos Aires que busca la reelección.

"En este momento, es necesario acompañar a la familia y ponerse a disposición. Hay gente del área psicológica y de asistencia a la víctima acompañándola", resaltó el precandidato a gobernador por Unión por la Patria en Radio 10 y añadió: "Es un día muy doloroso, es muy trágico lo que ocurrió, estamos todos en estado de conmoción".

Kicillof explicó que indicó que el operativo montado en torno al asesinato de Morena incluyó al ministro de Educación, Alberto Sileoni, “para asistir a la escuela”; al ministro de Salud, Nicolás Kreplak, y el área de Salud Mental “para la contención de la familia”, y al ministro de Justicia, Julio Alak, “también para asistencia a la familia”.

"Además del ministerio de Seguridad, que desde un primer momento estuvo buscando a las personas que la fiscalía señaló como responsables del hecho. Nos dedicamos a trabajar para rápidamente esclarecer quiénes son los delincuentes", destacó el economista y pidió: "Ahora necesitamos que la Justicia actúe con celeridad".

También reveló que se comunicó con el intendente de licencia y precandidato a gobernador bonaerense por Juntos por el Cambio, Néstor Grindetti, y hablaron "constructivamente". "Él se mostró colaborativo. No es momento de intentar sacar algún provecho", advirtió el ex ministro de Economía.

Kicillof es uno de los precandidatos que suspendió su cierre de campaña por el asesinato de Morena Domínguez. El crimen paralizó a todo el arco político ya que desde Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich hasta Sergio Massa y Juan Grabois decidieron cancelar los actos que tenían previstos en las últimas 96 horas antes de las PASO.