El presidente Vladimir Putin prometió hoy castigar la "traición" del jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, cuya rebelión contra las fuerzas militares rusas significa una "amenaza mortal" y el riesgo de "guerra civil" para el país en medio del conflicto con Ucrania. "A lo que nos enfrentamos es precisamente a una traición", expresó en su mensaje difundido esta mañana.

"La ambición desmedida y el interés personal condujeron a la traición. Traición a su país, a su pueblo y a la causa por la que lucharon y dieron sus vidas los combatientes y comandantes del Grupo Wagner junto a nuestras otras unidades", manifestó. Con traje y corbata negra y en tono marcial, el mandatario ruso se refirió a Prigozhin, pero sin nombrarlo: "Es una puñalada por la espalda para nuestro país y nuestro pueblo".

A su vez, Putin afirmó que "cualquier agitación interna es una amenaza mortal" para Rusia y su pueblo, y que ante estas acciones las respuestas serán duras. "Todos aquellos que deliberadamente tomaron el camino de la traición, que prepararon un motín armado, que tomaron el camino del chantaje y de los métodos terroristas, sufrirán un castigo inevitable, responderán ante la ley y ante nuestro pueblo", señaló el presidente en su discurso a la nación.

En las últimas horas, el jefe de Wagner anunció la toma del cuartel general del ejército ruso en Rostov, centro neurálgico de las operaciones en Ucrania, y aseguró que controla varias instalaciones militares. A su vez, Prigozhin afirmó que ingresó a Rusia con sus tropas para deponer al mando militar ruso, y que él y sus 25.000 hombres están "listos para morir" en su cometido. Ante esto, respondió Putin: "Insto a los que están siendo arrastrados a este crimen, a no cometer el error fatal y trágico, inimitable, a tomar la única decisión correcta: dejar de ser parte de acciones criminales".

Las autoridades rusas informaron que abrieron una investigación por "motín armado" contra el grupo paramilitar, cuyos efectivos se sublevaron tras acusar al ejército ruso de haber bombardeado sus bases. Además, reforzaron las medidas de seguridad en Moscú, donde se instauró un "régimen de operación antiterrorista". En medio de estas tensiones, los gobiernos de Estados Unidos, Francia y Alemania indicaron esta mañana que seguían de cerca la situación en Rusia.