Una vez más el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desconcertó a todos ayer con el cierre de un discurso que se terminó viralizando. En la Cumbre Nacional de Comunidades más Seguras, en Connecticut, el líder norteamericano dijo "Dios salve a la reina", lo cual volvió a provocar cuestionamientos sobre su salud mental.

El mandatario estadounidense estaba participando en un acto a favor de las restricciones en la tenencia y uso de armas cuando pronunció esta frase, que llama aún más la atención porque desde la muerte en septiembre de la Reina Isabel II es su hijo, Carlos, quien ejerce como rey de Inglaterra. La subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Olivia Dalton, argumentó que el presidente estaba "comentando algo con una persona del público".

Sin embargo, los periodistas presentes se sorprendieron por este mensaje, uno más que suma a la larga lista de confusiones que tuvo Biden. Caben recordar errores como cuando preguntó por una congresista muerta o se equivocó al mencionar la causa de muerte de su hijo Beau.

Joe Biden, de 80 años, comenzó su campaña para la reelección y de ganar los comicios dejaría la Casa Blanca con 86 años, una preocupación que reconocen los propios demócratas. Es más, en mayo de 2022 un total de 61 congresistas republicanos instaron al mandatario a someterse a un test para comprobar su "estado cognitivo y capacidad actuales" tras varios deslices públicos similares.

"Creemos que sin tener en cuenta su género, edad o partido político, todos los presidentes deberían documentar y demostrar unas buenas capacidades mentales", señalaron en el pedido, liderado por el congresista republicano Ronny Jackson, quien fue médico en la Casa Blanca durante los mandatos de Barack Obama y Donald Trump.