Gabriel Izzo, empresario y miembro de una reconocida familia de la localidad bonaerense de San Antonio de Padua, fue asesinado esta madrugada durante un enfrentamiento a los tiros con un grupo de ladrones que ingresaron a su casa para robarle mientras dormía.

El hecho ocurrió a las 4.20 de la mañana en su casa de la calle Italia 1085, en Padua, en el partido de Merlo. Izzo estaba descansando junto a su mujer, Silvana Petinari, cuando fueron sorprendidos por el ingreso de ladrones armados.

Silvana es hija de Pedro Petinari, uno de los fundadores de la firma Acoplados Petinari. La empresa, manejada por la familia y donde Izzo trabajaba, se dedica al rubro de la metalmecánica, especialmente a la producción de acoplados, volcadoras y semirremolques. Se trata de una de las familias más conocidas de la zona, ya que cuentan con un parque industrial de 15 hectáreas con 33.000 m2 cubiertos en Merlo.

Según relató la mujer de 55 años, los delincuentes ingresaron a la casa después de forzar una persiana tipo americana de madera del frente de la propiedad, que no cuenta con cerco perimetral. Al ingresar, la golpearon y provocaron una grave lesión por el que perdió el ojo derecho. Luego, Izzo tomó una pistola Bersa y un revólver y comenzó a tirotearse con los ladrones.

De esta manera, el empresario recibió un disparo en la cara y murió en la cocina. En el domicilio también estaba Elsa, la suegra de Izzo, de 83 años, quien se encontraba en otra habitación y no sufrió ni vio nada de lo sucedido. Petinari, por su parte, está internada en el hospital Eva Perón de Merlo, con pronóstico reservado.

Tras el crimen, los cuatro delincuentes que ingresaron a la casa en Padua huyeron tras la balacera en un Volkswagen color gris -conducido por un quinto sospechoso- y huyeron en sentido a Ituzaingó. Al parecer, los ladrones se llevaron algunos objetos de valor.