El presidente Alberto Fernández y el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, desayunaron juntos el sábado en la Quinta de Olivos para terminar la interna que empezaron hace unas semanas con la visita de Lula da Silva a Argentina. El encuentro tuvo lugar a cuatro días de la Mesa Política del Frente de Todos.
Según fuentes de Casa Rosada, se trató de "una charla franca entre el Presidente y el ministro", donde conversaron "de trabajo y de todo". Desde el entorno del ministro también utilizaron la palabra "franca" para describir la reunión.
"Los dos quedaron satisfechos con la charla, decidieron dar vuelta la página, ponerse a trabajar para fortalecer el Gobierno y seguir trabajando en la gestión y los problemas para resolver y fortalecer la unidad del Frente de Todos", explicaron cerca de Wado de Pedro a Página 12.
Además, las fuentes consultadas por ese diario detallaron que "fueron frontales entre ellos, se dijeron lo que se tenían que decir. Fue una charla privada y dieron terminado el tema". El ministro del Interior se había acercado al presidente con la excusa de contarle sobre la puesta en valor de los Bajos Submeridionales en Chaco, Santiago del Estero y Entre Ríos.
Si bien ahora el off the record del ministro sobre la "falta de códigos" del presidente queda en el pasado, el vínculo entre ambos ya venía herido desde que Wado de Pedro encabezó la puesta a disposición de las renuncias de ministros y ministras cercanas a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Cuando este conflicto por no haberlo invitado a un acto con organizaciones de derechos humanos al que asistió el presidente de Brasil, Lula da Silva, empezó a escalar en muy poco tiempo, el presidente tuvo en mente cambiar de ministro de Interior.
"Tenía pensado reemplazarlo por una mujer que actualmente se desempeña como funcionaria en la provincia de Buenos Aires", reveló Página 12. Pero como se trata de alguien tan cercano a Cristina Kirchner y al final realizó una rectificación por Twitter, eligió mantenerlo en su puesto.
De todas formas, la tregua sigue siendo la opción más estratégica de cara al año electoral y al acuerdo al que deberán llegar todas las partes del Frente de Todos el próximo jueves 16 de febrero.