El presidente Alberto Fernández canceló la reunión que iba a mantener este sábado en la residencia de Olivos con los gobernadores, tras tantear y constatar la falta de voluntad de asistir de varios.
La convocatoria presidencial era a un almuerzo en el que se iba a discutir la estrategia electoral para este año, pero fue interpretada por muchos como un intento del mandatario de fortalecerse la espalda antes de acudir a la Mesa Política del Frente de Todos del próximo 16 de junio.
En un primer cálculo, el círculo íntimo de Fernández contaba con que Sergio Zilotto, de La Pampa, y Mariano Arcioni, de Chubut, se sumaran a las adhesiones de los más cercanos al presidente: el catamarqueño Raúl Jalil, el riojano Ricardo Quintela y el tucumano Osvaldo Jaldo.
Sin sus confirmaciones, sin embargo, ganó fuerza la posición de Axel Kiciloff de Buenos Aires; Alicia Kirchner de Santa Cruz; Gildo Insfrán de Formosa; Gerardo Zamora de Santiago del Estero y Jorge Capitanich de Chaco.
Tampoco logró la confirmación del entrerriano Gustavo Bordet, con quien se había establecido un acercamiento tras dos visitas en los últimos meses; del puntano Alberto Rodríguez Saá y del sanjuanino Sergio Uñac.
De esta forma, el Frente de Todos se deberá reordenar- si es que lo logra- directamente en la Mesa Política, donde el presidente quiere restringir el debate a las definiciones electorales, mientras que el kirchnerismo quiere que se discuta la gestión del gobierno.
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