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Mundo

Putin llamó a un polémico alto al fuego de 36 horas para celebrar la Navidad de la Iglesia Ortodoxa Rusa

Vladimir Putin, el presidente de Rusia, ordenó a su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, que introduzca un alto al fuego de 36 horas en todo el territorio ucraniano, comenzando al mediodía del 6 de enero y terminando en la medianoche del 7 de enero, según informó el Kremlin. Explicaron que las tropas rusas deben dar espacio a una tregua para celebrar la Navidad de la Iglesia Ortodoxa Rusa.

El anuncio del gobierno ruso llega justo después de que el jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el Patriarca Kirill, llamó a una tregua de Navidad en Ucrania. Putin expresó: "Tomando en cuenta el pedido de Su Santidad el Patriarca Kirill, instruyo al ministro de Defensa de la Federación Rusa a introducir un regimen de alto al fuego en toda la línea de contacto de las partes en Ucrania desde las 12.00 del 6 de enero de 2023 hasta las 24.00 del 7 de enero del 2023".

Siguió: "Debido al hecho de que una gran cantidad de ciudadanos que profesan la ortodoxia viven en las áreas donde ocurren las hostilidades, llamamos al lado ucraniano a declarar un alto al fuego y permitirles asistir a servicios en Nochebuena y Navidad".

El gobierno ucraniano ya rechazó la oferta rusa. Mykhailo Podolyak, uno de los asesores más cercanos a Volodomir Kerensky, el presidente de Ucrania, afirmó que su país "no ataca territorio extranjero y no mata civiles". En cambio, a través de Twitter, destacó: "Solo destruimos a miembros de la fuerza de ocupación presente en nuestro territorio". En ese sentido, aseguró que una tregua solo sería posible si Rusia abandona el territorio que ocupa en Ucrania.

El pedido de alto al fuego, que ya fue rechazado por las fuerzas ucranianas, viene cargado de hostilidad. En octubre, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana permitió oficialmente la celebración de Navidad el 25 de diciembre, en un gesto de ruptura con sus pares rusos. Si bien no toda Ucrania celebró la festividad en esa fecha, la propuesta del alto al fuego de Putin puede ser interpretado como una forma de remarcar la cercanía cultural de ambas sociedades, e intentar imponer las costumbres rusas sobre las nuevas tradiciones que los ucranianos están luchando por crear desde el comienzo de la invasión.

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