Este miércoles, la noticia de la posible renuncia de Pedro Sánchez a la presidencia de España recorrió el mundo, tras la presentación de una denuncia por posibles actos de corrupción contra Begoña Gómez, su esposa. El mandatario publicó una extensa carta en la que prometió anunciar su decisión este lunes, aunque en el mientras tanto algunas piezas judiciales parecen moverse a su favor.
La Fiscalía Provincial de Madrid pidió hoy, el día después del escándalo, que se archive la investigación contra Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción en los negocios, según precisaron las agencias españolas. Quien abrió la causa fue el Juzgado de Instrucción número 41 de esa misma ciudad, luego de que el autodenominado sindicato Manos Limpias denunciara a la esposa de Pedro Sánchez.
El principal argumento del Ministerio Fiscal es que no existen indicios suficientes del delito que justifiquen la apertura de un proceso penal.
La denuncia de Manos Limpias, en tanto, tiene por sustento una serie de artículos de prensa y asegura que, “prevaliéndose” de su relación con el presidente, Begoña Gómez habría recomendado o impulsado “por carta de recomendación con su firma a empresarios que se presentan a licitaciones públicas”.
Ante ese señalamiento, trascendido ayer en la mañana española, Pedro Sánchez publicó una carta a la ciudadanía en la que calificaba la acción como una maniobra de la ultraderecha basada en “informaciones espurias” y cuyo fin sería atacar “a una opción progresista respaldada elección tras elección por millones de españoles”. Además, sostuvo que reflexionaría sobre la situación y que este lunes comunicaría si sigue o no frente a la Presidencia del Ejecutivo.
Por su parte, el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernard, ratificó que su denuncia se basó en información periodística y responsabilizó a quienes la publicaron en caso de que los hechos atribuidos a Gómez no sean ciertos. Dijo, en este sentido, que al ver que la Fiscalía “no actuaba de oficio”, decidió denunciar para que la Justicia “comprobara la veracidad” de los delitos aludidos por la prensa.
El Colectivo de Funcionarios Públicos Manos Limpias se autodefine como sindicato y fue fundado en 1995 por Miguel Bernad, quien presentó un amplio abanico de denuncias ante actos que consideró de corrupción política o económica.
Tanto Bernard como el líder de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Luis Pineda, atravesaron ellos mismos una causa por “extorsiones a entidades bancarias a cambio de evitarles acciones judiciales o campañas de descrédito” de la que recientemente resultaron absueltos.
Con información de EFE.
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