Mientras cuatro millones de argentinos y argentinas ocupaban distintos puntos entre Ezeiza y la Ciudad de Buenos Aires para saludar a los campeones del mundo, del otro lado del mundo estaban recibiendo con igual alegría al cuarto mejor del mundo.
Las calles de Rabat, la capital de Marruecos, se llenaron de gente para acompañar la caravana que transportó a su Selección, el primer equipo africano en llegar a la semifinal de una Copa del Mundo en toda la historia de los mundiales.
Aunque el sábado enfrentaron a Croacia por el tercer puesto y perdieron 2 a 1, los y las marroquíes los recibieron como campeones del mundo. Al igual que la Scaloneta, dispusieron de un micro descapotable para recorrer las calles de la capital del país y saludar a los y las fanáticas.
Los policías acompañaron todo el camino del micro y se colocaron cerca de las vallas para evitar cualquier tipo de intromisión. En el medio del frío del invierno del país del norte de África no faltó el calor de los festejos teñidos de rojo por el humo y las luces de las bengalas.
Los jugadores terminaron en Palacio de Rabat ya que los recibió el Rey Mohamed VI, el príncipe Mulay Hassan y su tío Mulay Rachid. Primero saludaron al presidente de la federación de Marruecos, Fouzi Lekjaa, después al técnico Walid Regragui y finalmente a los jugadores capitaneados por Romain Saiss.
Para cerrar la visita se sacaron una foto con la familia real y les regalaron una pelota, una camiseta firmada, una estatuilla con el logo del Mundial de Qatar 2022 y otra de la Copa del Mundo.
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