La elección más relevante desde la vuelta a la democracia. Así la mencionan varios analistas, al hablar de lo que está en juego este domingo en Brasil. El ex mandatario Lula da Silva y el presidente Jair Bolsonaro, dos conocidos por el pueblo brasileño, se disputan el gobierno con visiones completamente opuestas. Un país que llega dividido a las urnas y en el cual, si bien el líder del Partido de los Trabajadores lidera la intención de voto, se espera que la elección esté ajustada.
Dos mundos
Bolsonaro sostiene que lleva una pelea contra la corrupción y el comunismo, mientras que Lula dice que quiere terminar con el odio, darle de comer al pueblo y dejar de estar aislados internacionalmente. Los seguidores del Presidente afirman, mayoritariamente, que lo votan porque está a favor de la familia, entendiéndose desde una mirada conservadora de un hombre y una mujer, y quienes votan por el ex mandatario aseguran que el gobierno del candidato del Partido Liberal es fachista, entre otras cosas.
Fue una campaña atípica. Marcada por las fake news, por las denuncias de violencia electoral y hasta por un ex diputado bolsonarista, Roberto Jefferson, que atacó a los policías que lo iban a detener. Varios analistas coinciden en que nunca habían vivido en Brasil el nivel de división y posturas tan opuestas que se dio en esta contienda electoral.
Tras el último debate que organizó TV Globo, Bolsonaro sostuvo que desde el Tribunal Supremo Electoral a los medios de comunicación y encuestas, estaban en su contra. Y algo de verdad hay en esa afirmación. Como no se había visto antes, incluso la cadena de medios que durante los gobiernos de Lula mantuvo una postura de firmeza con el ex candidato, fueron más benévolos con el líder del PT.
Sin dejar de lado medios de comunicación como el New York Times o la revista científica Nature que titula que en Brasil no hay dos opciones sino que hay una y es Lula. El apoyo internacional para el ex mandatario también fue contundente, desde Estados Unidos a varios países europeos que ven en Bolsonaro un hombre con características similares a Donald Trump. Le critican la postura que tuvo con respecto a la ciencia en la pandemia y el avance de la deforestación en el Amazonas.
Debate y encuestas
El intercambio televisivo no distó mucho de los anteriores. Más de dos horas de debate, donde por momentos los ataques no salían de “corrupto” o “ladrón”. Hubo quizás un solo punto en común y tuvo que ver con la postura frente al aborto, ambos candidatos negaron la posibilidad de avanzar en la interrupción voluntaria del embarazo. Un dato no menor, y que miran ambos candidatos, es que en Brasil solo menos del 15% no es religiosa/o.
Del debate se esperaba que logre un efecto en el 2% de indecisos que registraban las encuestas y de convencer a más del 20% que no fue a votar en la primera vuelta. Se terminarán de confirmar mañana los datos ya con los resultados, pero según registró Atlas de los electores que en la primera vuelta no votaron por Lula ni Bolsonaro o que directamente no votaron, después del debate lo harían mayoritariamente por el ex mandatario.
En Brasil prácticamente no existe la veda electoral, por lo cual los candidatos realizaron actividades hasta hoy a horas de la votación. Lula lo hizo con una masiva caminata por la ciudad de San Pablo, Estado clave y que lidera en los sondeos Bolsonaro, mientras que el Presidente optó por Mina Gerais, la región que quien gana se convierte en mandatario y que el líder del PT mide mejor. Es decir, cada uno eligió para cerrar su campaña las regiones que necesitan seducir.
A la par de los cierres de campaña, se conocieron también las últimas encuestas de Datafolha, Ipec, Quaest, entre otras, y la gran mayoría le da victoria a Lula entre unos 4 y 5 puntos arriba, incluso alguna que le da hasta 8 puntos de diferencia. El dato es que la distancia no es tanta si se considera el margen de error de al menos 2 puntos, y si se considera que en la primera vuelta llegaron a fallar en 10 puntos en el registro de apoyo a Bolsonaro.
El mundo mira
Por supuesto la elección primeramente es esencial para su país, pero por las características que tiene Brasil es una elección que tiene un impacto internacional muy fuerte. Tanto en lo político como en lo económico. Para la región, es la economía más grande y para la Argentina particularmente su socio comercial. Pero también el interés proviene de países como Estados Unidos, de Europa e incluso también de China o Rusia, que forman parte de los BRICS.
El alineamiento de Bolsonaro con muchas medidas de Trump, le ha llevado a tener varios roces con mandatarios de todo el mundo. Para empezar con el propio Joe Biden, ya que se unió a la denuncia de fraude de su antecesor y con mandatarios como el francés, Emmanuel Macron, han tenido peleas públicas por la Amazonia. No fueron los únicos casos y los presidentes no ocultaron su simpatía por Lula al recibirlo en Europa como si fuese él mandatario.
Uno de los momentos más duros fue durante el Covid, cuando se lo vio a Bolsonaro en varias ocasiones como una especie de paria que no quería recibirlo o mantener reuniones con él a causa de su postura. “Brasil está más aislado que Cuba”, llegó a decir anoche Lula en el debate al intentar convencer al electorado de que con él, el país volverá a tener un lugar preponderante en el mundo.
Domingo
Se espera que a partir de las 18 se empiecen a conocer los primeros resultados. A considerar, que la carga empieza por las regiones que son favorables a Bolsonaro. Por lo cual, habrá que esperar hasta aproximadamente las 20.30 para conocer con mayor exactitud quién será el próximo Presidente de Brasil. Una elección clave primeramente para el país, pero que tiene un impacto internacional muy fuerte, para la Argentina su socio comercial y para el mundo uno de las economías más grandes.
