Dos años y medio después del inicio de la pandemia, el Gobierno decretó el fin de la obligatoriedad del uso del barbijo en los espacios cerrados y en el transporte público.
A través de la la Resolución 1849/2022 del Ministerio de Salud, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, terminó con una obligación que seguía rigiendo en muchos espacios de la vida cotidiana de los argentinos y que ahora persiste solo como recomendación.
Según la norma, se sugiere el uso del barbijo “en espacios interiores, incluyendo los ámbitos laborales, educativos, sociales y el transporte público”; y entre las “medidas de prevención general”, se sugiere: "asegurar la ventilación de los ambientes; mantener la higiene adecuada y frecuente de manos; ante la presencia de síntomas evitar el contacto con otras personas, no acudir a actividades laborales, sociales, educativas, lugares públicos y evitar el uso de transporte”.
Además, se abre cierto margen para que cada provincia disponga de sus propias medidas en función de su situación particular. “Cada Jurisdicción podrá adoptar las recomendaciones pertinentes en función de su situación epidemiológica particular y la estrategia sanitaria planificada”, aclara el Gobierno.
Cada Jurisdicción podrá adoptar las recomendaciones pertinentes en función de su situación epidemiológica particular y la estrategia sanitaria planificada
En el documento, el Gobierno señaló que ocurrieron “tres grandes olas de contagios” en Argentina: la primera con dos picos a mediados de 2020 y al comienzo de 2021, la segunda a mitad del año pasado y la última al inicio de 2022. Esta última “se da en el marco de una población con altas coberturas de vacunación”, destacó el Poder Ejecutivo. “Actualmente, luego de un nuevo período de aumento, de menor envergadura que los anteriores, se evidencia un período de descenso sostenido de casos”.
La obligatoriedad del uso del barbijo se dispuso desde el comienzo de la pandemia y a medida que avanzó la campaña de vacunación se fue flexibilizando, hasta ahora, que ya no es obligatorio en ningún ámbito.
De todas formas, el ministerio de Salud hizo hincapié en señalarlo como “una herramienta eficaz para evitar la trasmisión de virus respiratorios de persona a persona” y calificó su uso como “beneficioso para la prevención de enfermedades estacionales”.
