Luego de que Salta se convirtiera en la primera provincia argentina en cobrarles a los extranjeros por el uso del sistema público de salud, la atención en personas de otros países bajó un 90%. De todos modos cabe destacar que esto es así siempre y cuando ningún paciente tenga riesgo de perder la vida.

Hace un mes que el Gobierno salteño tarifó para los extranjeros las prestaciones en los hospitales públicos. Durante todo el mes de marzo, la cantidad de gente de otros países que se atendió en el sistema provincial de salud se desplomó hasta un 90%.

Uno de los casos más destacados es el de Orán, una ciudad muy importante casi pegada al limite con Bolivia. En ese sentido, el ministro de Salud de Salta, Federico Mangione, señaló: "Desde que comenzamos a cobrar, de casi 3 mil extranjeros que pasaban por mes en el hospital y otros efectores de salud públicos, cayó a 60 pacientes".

Además, en toda la provincia del norte argentino, cada 30 días solían atenderse unas 8 mil personas en centros médicos estatales. Por una cuestión de cercanía, la inmensa mayoría de estos son ciudadanos bolivianos. Sin embargo, también hay paraguayos y hasta inclusive chilenos.

A partir de marzo, cuando se publicó en el Boletín Oficial la medida de arancelar las prestaciones, un extranjero debe pagar $100 mil por día para ocupar una cama común. En la sala intermedia cuesta $190 mil y en terapia intensiva $ 250 mil. Como otro ejemplo de esto, En Salvador Massa, una ciudad salteña limítrofe con Yacuiba, Bolivia, el 90% de la atención en hospitales era de gente que vivía en otros países.

"A nuestros residentes los teníamos que derivar a Tartagal porque no había lugar. Eso, gracias al cuadro tarifario que comenzamos a implementar, lo pudimos revertir completamente. En otras palabras, ya es muy raro que un boliviano cruce la frontera para atenderse u operarse gratis en nuestros hospitales", detalló el ministro de Gobierno provincial, Ricardo Villada.