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La declaración de los jugadores de Vélez acusados de abuso y el crudo testimonio de su víctima

jugadores de Vélez imputados

Luego de la audiencia privada realizada este lunes, en el marco de la causa por abuso sexual contra cuatro jugadores de Vélez que se lleva adelante en Tucumán, se conoció la declaración de los futbolistas y de su víctima. La estrategia de José Florentín, Brian Cufré, Abiel Osorio y Sebastián Sosa consistió en asegurar que la denunciante “consintió” y participó activamente de los actos que ella denunció como abusos.

José Florentín, el futbolista de Vélez acusado de abuso sexual agravado por la participación de dos o más personas, aseguró que la denunciante lo “tocaba”, que se quitó parte de su ropa y que le dio un preservativo porque él no tenía.

“No fue tan largo porque yo acabé muy rápido, tengo ese problema. Me fui para el baño y me quedé un largo tiempo, porque me estaba limpiando. Tenía un poco de vergüenza de lo que pasó. En voz baja le pedí perdón por haber terminado muy rápido y ella burlándose se rio un poco de la ocasión”, aseguró a continuación según citó Infobae.

Tres de los imputados durante la audiencia por abuso sexual en Vélez.
Tres de los acusados durante la audiencia. Foto: Twitter (@Josecitors).

Brian Cufré, acusado bajo la misma carátula, también se defendió apelando a la supuesta voluntad de la víctima y a lo que, bajo su punto de vista, era una situación amena y relajada. “Se la veía distendida, charlaba mucho, se reía, todo súper bien. Cuando (Florentín) la empieza a masajear, no se escucha nada, estaban lo más bien. Nosotros con Osorio jugando al Free Fire en el celular. Nunca se escuchó un ‘no’, nunca se escuchó un ‘pará’, nunca se escuchó nada”.

Por su parte, Abiel Osorio, imputado por “abuso sexual simple”, aseguró que la víctima les pidió permiso para ducharse y que salió del baño “en corpiño” antes de que Florentín comenzara a “hacerle masajes”.

A su vez, Sebastián Sosa, el único de los acusados de Vélez que no recibió prisión preventiva, declaró: “Yo estaba en otra onda, en otro ambiente. Era el que ponía la música, mientras tanto me hablaba con mi señora que estaba en un cumpleaños. No me parece tener que estar viviendo esto solo por hacerle una invitación a una persona a que venga a tomar algo”.

La declaración de la periodista que denunció a los jugadores de Vélez

También el lunes, la denunciante de los jugadores de Vélez hizo su declaración en los tribunales de San Miguel de Tucumán. “Yo acepto voluntariamente ir a un hotel con cuatro personas, poniendo textual (en los mensajes con Sosa) que no se desubiquen, yo en ningún momento digo sí ‘fiesta loca para todos’. Nunca fueron mis palabras”.

“Me quisieron desacreditar con la frase en el mensaje que yo estas cosas las hago sola, yo me refiero a que yo siempre, siempre que tengo un trato con un futbolista, sea para que me pasen el equipo, para que me pasen las formaciones, para que me cuenten las internas, para tomar algo, para tener una cita, para salir, para lo que sea, yo me manejé sola, y en privacidad. Tucumán es muy chico y yo nunca en mi vida he querido que mi vida deportiva, mi vida periodística, mi vida privada, lo que sea, se confunda con este hecho, como hacen creer acá”, continuó.

A continuación, añadió: “Yo di mi consentimiento para ir voluntariamente, pero todo lo que pasó después no estuvo consentido. Yo acepté ir espontáneamente todo lo que sigue después no lo acepto”. Sobre sus sentimientos durante el tiempo que pasó en la habitación del hotel, recordó: “Yo no estaba en mis cabales, en ningún momento estuve 100% lúcida, la cabeza por algunos momentos me respondía, pero el cuerpo no”.

Hotel abuso Vélez.
El hotel donde ocurrió el abuso, según la denuncia.

Como suele suceder en los casos de abuso sexual, la víctima remarcó que fue mientras iba pasando el tiempo que comenzó a caer en la cuenta de lo que le habían hecho. “Es al otro día a la tarde cuando tengo la cabeza en frío, la mente en frío y me empiezo a acordar de lo que me habían hecho. Ahí mi cabeza era otra y yo dimensiono lo que me hicieron”.

“Y un detalle no menor -siguió- Sosa me chatea en dos momentos. Me empieza a decir Sebastián Sosa, que mis recuerdos son de verlo dormido, que él me ve bien, que yo siempre estuve bien, ¿entonces, en qué quedamos? O él me veía, era un espectador de lujo de lo que me hacían las otras tres personas, en momentos alternados, o él dormía”.

En adelante, recalcó la importancia de que se respeten los tiempos de las denunciantes. “Ninguna víctima habla en el momento, esto es sabido, que a todas nos lleva un tiempo y un proceso hacerlo. Yo fui a trabajar el lunes y martes. Incluido el miércoles. No porque estaba bien, o porque nada había pasado, fue un mecanismo de defensa. De decir, bueno, intento seguir. Obviamente no pude seguir y fue palpable para mis compañeras de trabajo que yo no estaba bien y que algo me había pasado”.

Ninguna víctima habla en el momento, esto es sabido, que a todas nos lleva un tiempo y un proceso hacerlo.

Fui a mi ginecóloga el lunes en un ataque de angustia total llorando y temblando pidiendo por favor que me atiendan. ¿Entonces, por qué voy así a la ginecóloga? Si a mí no me habían hecho nada, como dicen ellos, que fue todo consentido”, reconstruyó después. Además, la víctima denunció que los jugadores de Vélez le dejaron un fajo de plata junto con su ropa interior para intentar dar un marco de "legitimidad" a lo que le habían hecho o incluso para silenciarla.

“¿Que yo pedí plata para volverme a mi casa? Yo no le pido plata a nadie, nunca en mi vida. O sea, eso es totalmente una mentira. La imagen mía de desatar de mi bombacha el fajo de plata, me genera repugnancia. Que me pagaron por lo que me han hecho o me querían callar por lo que me habían hecho: una de las dos cosas. Seguro”, expresó.

Por último, se refirió al duro momento que atraviesa tras la denuncia, marcado por la exposición, el miedo, el hostigamiento y los prejuicios sociales contra las mujeres que denuncian actos de este tipo: “Yo no puedo ir a ningún lado sola. Me han filtrado la cara por chats de parte de ellos. Ese celular no es mío, los mensajes no salen de mi celular tampoco”.

Me han filtrado el domicilio. Me han filtrado el DNI, el nombre y todo. No puedo ir sola, ni siquiera comprar un libro al shopping por la mirada de la gente. Los comentarios que me han llegado han sido aberrantes. No solamente me han quitado la dignidad, la sexualidad, me han quitado la carrera, los sueños, la felicidad, la sonrisa y sobre todo, las ganas de vivir pero sigo viva y sigo más fuerte que nunca y yo por eso voy a denunciar para que se haga justicia”, concluyó.

Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463.