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Economía

En medio del ajuste a jubilados y trabajadores, crece la bicicleta financiera en la era Milei

bicicleta financiera

Mientras las políticas económicas de Milei siguen deteriorando el poder adquisitivo de trabajadores y jubilados, lo cierto es que no todos pierden en el nuevo esquema: se abrió la gran oportunidad para distintas entidades de subirse a la bicicleta financiera o carry trade.

Desde diciembre, la nueva política cambiaria y el novedoso cuadro de tasas de interés abrieron la oportunidad, como ya había ocurrido durante la era Macri, de entrar y salir rápido de las inversiones en pesos para pasarse al dólar: la famosa bicicleta financiera.

La devaluación mensual o crawling peg del 2% que determinó el Gobierno, así como la aplicación de una tasa de interés que viaja entre el 8 y 9 por ciento mensual (esto es, por encima del ritmo de devaluación aunque por debajo de la inflación), son las políticas que habilitan el nuevo esquema.

Si bien la posibilidad del esquema de carry trade arrancó en diciembre, la falta de certezas respecto a la estabilidad del precio del dólar hacían dudar de las chances efectivas de esta oportunidad. Pero el correr de los meses de enero y febrero dieron cuenta de la estabilidad de la senda cambiaria, con el mantenimiento del crawling al 2% mensual y la baja tanto de los dólares financieros como del blue.

De esta manera, la política de Milei licúa el poder adquisitivo de los ahorristas en pesos, así como de las personas que viven de su salario o jubilación, dado que la inflación es más alta que los rendimientos en moneda local; pero habilitan la posibilidad de aprovechar el retorno en pesos para hacerse con más dólares.

El problema es que es muy difícil que un pequeño ahorrista aproveche esta metodología. El plazo fijo a 30 días, instrumento común del pequeño ahorrista, es una traba para este tipo de operaciones, que suelen requerir de una mayor disponibilidad de dinero hundido en inversión.

A pesar de su clara tendencia a la baja, la volatilidad del precio de los dólares hacen de aquélla una operación muy riesgosa para el ahorrista en plazo fijo. Pero esto no es así para un banco o una entidad financiera, que tienen acceso a instrumentos financieros a un plazo más corto.

Aprovechando su tenencia de bonos en plaza local, así como la posibilidad de tomar préstamos entre bancos, las entidades pueden explotar el diferencial de tasa para hacerse con mayor cantidad de dólares, sólo realizando operaciones financieras.

Con estos intrumentos, los tiempos entre los que se ingresa y se sale de una inversión se reducen a días, a diferencia del plazo fijo que tiene los tiempos de un mes entero. De esta manera, mientras el grueso de la población sufre la pérdida de sus ingresos y debe desprenderse de su pequeño colchoncito de billetes verdes para llegar a fin de mes, los bancos y financieras pueden aprovechar este jugoso esquema para engrosar su cartera de la divisa norteamericana.