Joe Biden decidió dejar la condena en términos diplomáticos para otros referentes y, al aducirle tácitamente la muerte del opositor ruso Alexéi Navalny al Kremlin, sostuvo que Vladimir Putin es un “loco hijo de puta”. Lo hizo en una conversación con un grupo de periodistas durante un acto de recaudación de fondos en California.
“We have a crazy S.O.B. that guy, Putin, others”, lanzó Biden textualmente. Las siglas S.O.B. se refieren al término “son of a bitch” y la frase se traduce al español como “tenemos a un loco hijo de puta, ese tipo, Putin, y otros”. “Y siempre tenemos que estar preocupados por un conflicto nuclear. Pero la amenaza existencial para la humanidad es el clima”, completó el presidente estadounidense según lo citado por la CNN.
El tono del mandatario no constituye una novedad dado que, en el pasado, había aludido a su par ruso como un “carnicero” y un “criminal de guerra” en referencias a la guerra con Ucrania. También había tildado de “hijo de puta” a un periodista durante una conferencia de prensa, aunque se sospecha que no se dio cuenta de que su micrófono seguía encendido.
En el mismo momento en que se refirió a Putin, el presidente de Estados Unidos cargó también contra Donald Trump, quien no condenó explícitamente la muerte de Navalny pero sí la utilizó para hacer un paralelismo con las causas judiciales que enfrenta.
“Es una forma de Navalny”, dijo Trump a la cadena Fox cuando le consultaron por el juicio por fraude que está atravesando. “Es una forma de comunismo o fascismo”, completó. “¿De dónde carajo viene esto?”, tiró Biden tras hacerse eco de los dichos de su adversario.
En tanto, desde el Kremlin ya respondieron a los insultos del mandatario norteamericano en diálogo con medios nacionales. El vocero Dmitry Peskov expresó: “Puedo decir que semejantes dichos groseros de parte del Estado norteamericano no tienen posibilidades de ofender de ninguna manera a la cabeza de otro país, especialmente al presidente Putin. Pero sí son una enorme desgracia para el país, quiero decir, para Estados Unidos”.
“Así que, si el presidente de un país semejante usa semejante lenguaje, debería darles vergüenza”, añadió el funcionario.
Alexei Navalny murió en la cárcel mientras cumplía una condena de 19 años por “extremismo” y “fraude” a raíz de su compromiso con la conducción de un contundente movimiento opositor al Gobierno ruso. Las fuentes penitenciarias de Rusia sostuvieron que simplemente “se descompensó” tras un paseo, pero varios líderes internacionales e incluso la esposa del dirigente acusaron rápidamente a Vladimir Putin por el fallecimiento.