Para analizar el contexto actual, Ernesto Tenembaum habló con dos economistas que sostienen posturas contrarias frente al plan económico de Javier Milei. Fernando Marull, especialista en macroeconomía, y Matías Kulfas, exministro de Desarrollo Productivo, evaluaron el rumbo del Gobierno por Radio Con Vos.
La postura de Fernando Marull: ordenamiento de variables y recuperación
Por su parte, Fernando Marull confía en el rumbo del Gobierno y considera que los descomunales niveles inflacionarios y todos los impactos que eso conlleva sobre la ciudadanía son “parte de un proceso” y un “plan económico” del presidente para “ordenar las variables macroeconómicas que se habían desordenado en los últimos cuatro años”.
En ese sentido, expuso que el plan económico del Gobierno tiene una pata fiscal; una pata monetaria consistente en reducir la cantidad de pesos en la economía; una tercera pata que tiene que ver con recuperar reservas en dólares; y una cuarta vinculada con el descongelamiento de precios de bienes básicos como alimentos, combustibles y los servicios.
Con esto, sostuvo el economista, lo que hizo el Gobierno fue “normalizar precios” y “acomodar desequilibrios”. Una vez hecho esto, aseguró, el Ejecutivo comenzará a ocuparse de terminar con el déficit fiscal, de “tener reservas” y de “dejar de emitir”.
“Son planes de estabilización que duran un mes y después se acomodan las cosas”, pronosticó. Respecto de la dramática caída del poder adquisitivo frente a este plan económico, aseguró que se están produciendo paritarias que ajustarán los salarios a los precios y que el ingreso mejorará en los meses venideros: “Durante el año vas a seguir recuperando lo que perdiste en diciembre”.
La visión de Matías Kulfas sobre el plan económico de Milei
Contrariamente, Matías Kulfas no ve “ningún indicio de que pase este escenario positivo de baja fuerte de inflación” con el plan económico del Gobierno. En ese sentido, el economista señaló que seguramente los valores inflacionarios de marzo, con el inicio de clases y la suba de tarifas, serán similares a los de febrero.
“Eso genera presión sobre un montón de variables, como el tipo de cambio. La ganancia de competitividad que se generó por devaluación la va a estar muy comprometida y es posible, con ese escenario, que ya en abril ese dólar esté atrasado, por lo menos en niveles parecidos a los de Massa después de la devaluación de agosto, y que incluso a fin de mes esté por debajo ya de ese valor”, indicó. Asimismo, señaló que en abril el Banco Central deberá empezar a “pagar importaciones” nuevamente, lo que comprometerá las reservas que acumuló hasta ahora.
Por otra parte, consideró que sacar el cepo al dólar requeriría un tipo de cambio aún más alto que también potenciaría la inflación, y se refirió a la idea de dolarizar la economía. “El gran proyecto de Milei es dolarizar, pero con un Banco Central que tiene muy pocos dólares. Las reservas líquidas están cerca de 4 mil millones y, según las cuentas que se puede hacer, se necesitaría un número más parecido a 35 mil 40 mil millones de dólares, a un tipo de cambio parecido al actual dólar paralelo”.
Se ve una caída muy fuerte del ingreso sin que la inflación logre bajar significativamente.
“Cuando vos tenés una inflación de dos, tres puntos por mes, me parece que ese tipo de medidas de enfriar la economía, de hacer este ajuste, puede tener a corto plazo un efecto de baja de la inflación”, explicó Kulfas.
Pero, agregó, con una “inflación de dos dígitos, que se duplicó en los últimos meses, esto genera inercia, hay una puja para recuperar salarios, los propios formadores de precios empiezan a mirar el pasado para fijar los precios a futuro y eso le pone un piso a la inflación”.
Y además, señaló, “hay sectores económicos que están en el subsuelo, fábricas que están empezando a despedir gente porque tienen el depósito lleno de mercadería, no están vendiendo nada y empiezan a ver que esto va a llevar un tiempo largo de recuperación, si es que llega”.