Los argentinos somos fanáticos del queso. Se lo queremos poner a todo y lo usamos en la gran mayoría de nuestras comidas. Sin embargo, hay algunos estilos que son más conocidos que otros como el queso Cebreiro, un tipo de queso español muy exclusivo en Argentina, pero con personalidad y presencia.
El Queso natural de O Cebreiro, peculiar en su forma de hongo o gorro de cocinero, tiene una curiosa trayectoria a lo largo de la historia. En el año 1989 era un producto a punto de desaparecer, rescatado por un pequeño grupo de mujeres lo hacían para autoconsumo en sus casas.
Su origen se atribuye a los monjes que habitaban el poblado de O Cebreiro, en el Camino de Santiago Francés. Estos religiosos elaboraban este queso con la leche de sus vacas, transmitiendo de generación en generación una receta tradicional que se conserva hasta nuestros días.
El queso Cebreiro se caracteriza por su sabor ligeramente ácido y picante, con un toque a manteca y un final ligeramente salado. Su aroma es intenso y láctico, la textura es cremosa y suave, con una consistencia ligeramente elástica.
Queso Cebreiro: un ingrediente versátil
Este queso gallego es un ingrediente versátil que se puede disfrutar solo, como parte de una tabla de quesos, o como ingrediente en una gran variedad de platos. Se utiliza tradicionalmente en empanadas, tortillas, croquetas y ensaladas. También es un excelente acompañamiento para carnes rojas, aves y pescados.
Un producto con Denominación de Origen Protegida
En 1991, el queso Cebreiro obtuvo la Denominación de Origen Protegida (DOP), lo que garantiza la calidad y el origen de este producto. Para obtener la DOP, el queso debe cumplir con una serie de requisitos estrictos, como la utilización de leche de vacas de razas autóctonas, la elaboración artesanal y la maduración mínima de 60 días.
