Sarah Ferguson, la duquesa de York, que recientemente fue operada de un cáncer de mama, fue diagnosticada con un "melanoma maligno", un cáncer de piel, según anunció hoy su vocero.
"Tras haber sido diagnosticada este verano de una forma precoz de cáncer de mama, Sarah, duquesa de York, acaba de saber que está aquejada de un melanoma maligno", declaró el portavoz de la exesposa del príncipe Andrés del Reino Unido.
En este sentido, a la excuñada del rey Carlos III le descubrieron la enfermedad en el marco de unos exámenes solicitados por un dermatólogo, a raíz de la cirugía a la que Ferguson, de 64 años, debía someterse después de una masectomía.
Uno de los lunares que le retiraron y que fue examinado "fue identificado como canceroso", precisó el vocero, que remarcó que la duquesa mantiene la moral alta pese a la mala noticia.
A pesar de ser la exesposa del príncipe Andrés, acusado de haber abusado sexualmente de otra mujer, lo que se saldó con un acuerdo financiero, la duquesa de York sigue compartiendo con él una mansión cerca del castillo de Windsor. De todos modos, Ferguson ya no forma parte de los miembros activos de la familia real británica.
No solo esto, sino que, en cuanto a la familia real, el miércoles, el Palacio de Buckingham informó que el rey Carlos III del Reino Unido se sometería la semana próxima a un tratamiento por un problema de próstata. "Los compromisos públicos del rey se pospondrán durante un breve período de recuperación", subrayó la casa real en un comunicado.