Luego de ser el sexto hombre en pisar la Luna en 1971, el astronauta Edgar Mitchell llegó convencido en la existencia de la vida más allá del planeta Tierra y nada cambió su opinión. Incluso prefirió retirarse de la NASA, antes que decir que los alienígenas no existían. Aún más, antes de morir en 2016 aseguró que los extraterrestres vinieron a la Tierra para detener una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia. No, no leíste mal.
Mitchell estuvo a bordo de la misión del Apolo 14 como piloto del módulo lunar a sus 41 años, en compañía del comandante Alan Shepard. Ambos astronautas permanecieron en superficie lunar por 33 horas y media, de las cuales 9 horas y media las pasaron fuera del entorno de la nave.
En una entrevista realizada en 2015 al medio ingles Mirror, el astronauta reveló que varios militares habían visto naves extrañas sobrevolando bases de misiles y las famosas instalaciones de White Sands, durante la época de la Guerra Fría.
“White Sands era un campo de pruebas de armas atómicas, y eso es lo que interesaba a los extraterrestres”, argumentó el astronauta. Y agregó: “Querían conocer nuestras capacidades militares. Mi propia experiencia y mis conversaciones con gente de las bases me dejaron en claro que los extraterrestres vinieron para evitar que fuéramos a la guerra y a ayudar a crear la paz en la Tierra”.
Asimismo, contó haber escuchado historias similares de personas que estuvieron en bases militares durante el conflictivo Siglo XX: “Hablé con muchos oficiales de las Fuerzas Aéreas que estuvieron activos durante la Guerra Fría y me afirmaron que veían ovnis volar sobre ellos y que a menudo desactivaban sus misiles”, expresó.
Pero, ¿por qué esta historia no saldría a la luz? Mitchell argumentó que el asunto fue ocultado por el gobierno de Estados Unidos. Para ello, crearon un Acta de Seguridad Nacional en 1974 para ocultar el caso y Mitchell afirmó que por miedo a perder el control y poder sobre el conocimiento, el gobierno desalentó que otras personas realizaran investigaciones similares.
Por su parte Nick Pope, antiguo investigador de ovnis del Ministerio de Defensa y conocido de Mitchell, expresó al Mirror: "Hasta donde yo sé, la mayor parte de su información sobre este tema no procede de cosas que él mismo haya experimentado, sino de cosas que le han contado otros”.
“Está claro que, por ser quien es, tuvo acceso a personal gubernamental, militar y de los servicios de inteligencia del más alto nivel, pero como, comprensiblemente, no quiere dar el nombre de sus fuentes, no podemos estar seguros de que esas personas hayan sido sinceras con él, ni de que hayan tenido acceso a información clasificada sobre ovnis”, declaró Pope.
