Emiliano Dibu Martínez sorprendió con una impactante confesión a casi un año de la consagración argentina en el Mundial de Qatar 2022. Según contó el arquero de la Selección, sufrió dos lesiones durante el tramo final de la competencia, lo que le provocó incertidumbre sobre si iba a poder estar disponible para jugar los partidos más importantes.

Todo empezó en la previa del encuentro por los cuartos de final contra Países Bajos, y sucedió de la manera más insólita: en un fútbol tenis. “Los doctores lo pueden decir. A los arqueros nos gusta jugar fútbol tenis en la entrada en calor, para cagarnos de risa... Le doy un cabezazo y digo ‘Tincho, el cuello’. Iba a hacer un poco de mano, y no me podía mover”, recordó el arquero del Aston Villa en Star+.

Cuando Dibu llegó al vestuario y le dijo al médico dónde le dolía, le metieron una aguja que le hizo doler tanto que tuvo que gritar. "Era como anestesia. Me durmió, y toda esa parte no la sentía. Me decían que nunca habían infiltrado una tortícolis”, explicó.

Afortunadamente, en el partido no tuvo ningún problema, y de hecho terminó siendo la figura tras atajar dos penales en la tanda, el broche de oro para cerrar la serie con los europeos, con quienes el partido estuvo caliente desde los días previos hasta el momento de la clasificación. Cuando Lautaro Martínez convirtió su penal, Dibu se abrazó aliviado con el cuerpo médico, pese a la lesión.

"Creo que era la única manera de sentir la presión, porque yo jugando no sentía nada, pero mi cuerpo lo sentía. Nunca tengo tortícolis el día de un partido, nunca tengo un tirón antes de un partido, me dolía la espalda. Ese era el único mensaje que mandaba mi cuerpo de que estaba tensionado”, remarcó Dibu.

Cuatro días después enfrentaban a Croacia por las semifinales, y el arquero volvió a temer por una supuesta nueva lesión: “Voy a entrar en calor, yo pensaba que era mi partido… Le pego una firme a 15 metros y sentí -gesto de rotura- sentía duro, pero pensé que no pasaba nada. Le pego una un poquito más lejos y de vuelta. Le digo a Martín Tocalli (entrenador de arqueros): 'Me rompí, me tengo que ir'”.

La incertidumbre del ídolo era por la única lesión que tuvo en su vida: el recto del cuádriceps. Es por eso que suplicó al doctor Daniel Martínez que no sea eso que pensaba. "'Decime que no me rompí el recto’, le dije. 'No, tranquilo, Dibu', me respondió. 'No, por favor decime que no es el recto. Si es el recto, no puedo jugar'", recordó el diálogo que mantuvo en ese tenso momento.

Finalmente, el mejor arquero del mundo explicó que en el chequeo se confirmó que la molestia era "en el tensor". "Me tocó y grité de dolor", contó. Por suerte, en los 90 minutos del partido con Croacia, los europeos casi no llegaron al arco, por lo que Dibu logró mantenerlo en cero y pasar con tranquilidad a la gran final con Francia, donde nuevamente sería el héroe de la noche.