El Tribunal Federal Oral de General Roca condenó a cinco agentes del grupo especial Albatros por el crimen de Rafael Nahuel. El asesinato ocurrió el 25 de noviembre de 2017, cuando una intervención de los prefectos disparó contra un grupo de jóvenes mapuches que se habían instalados en un territorio privado que aseguraban que era un lugar sagrada.
De los cinco condenados, uno de ellos, Santiago Guillermo Cavia, recibió la pena de cinco años de prisión al ser considerado autor del homicidio agravado de Rafael Nahuel en un caso de exceso de legítima defensa. Mientras tanto, Francisco Javier Pintos, Juan Ramón Obregón, Carlos Valentín Sosa y Sergio García, recibieron condenas de cuatro años y medio.
A diferencia de Cavia, consideraron partícipes necesarios del delito a los últimos cuatro prefectos. Esto significa que los jueces entendieron que el crimen no se podría haber llevado a cabo sin su complicidad. El juicio se llevó a cabo por los magistrados Simón Bracco, Pablo Díaz Lacava y Alejandro Silva.
Por el lado de Santiago Cavia, además de la condena, no podrá ejercer funciones públicas durante ocho años. Mientras tanto, sus compañeros recibieron la misma sanción pero por siete años. De todos modos, los agentes de Albatros no irán a prisión hasta que el fallo quede firme por otras instancias.
Cabe recordar que la ministra de Seguridad en aquel momento, Patricia Bullrich, había dicho: “Esta situación ocurrió en el marco de una acción legal, legítima, totalmente enmarcada en la ley, frente a una acción ilegal, violenta e inaceptable para la democracia de un pueblo que quiere vivir en paz”.
Sin embargo, el abogado de la secretaría de los Derechos Humanos, Mariano Przybylski, contrarrestó: “La teoría de Bullrich y de las defensas de los prefectos es que hubo un enfrentamiento armado y que los Albatros se defendieron de manera legítima. Durante todo el juicio no se pudo probar el arma de los mapuches. No se encontró nunca un arma que no sea la de los prefectos”.
“En el allanamiento dos días antes del crimen, hecho por la Policía Federal, tampoco se encontró ningún arma de fuego. Y después de la muerte de Rafa, tampoco. Cuando se hace la inspección ocular 12 días después del crimen se encuentran 31 vainas servidas, todas 9 milímetros de Prefectura”, concluyó Przybylski.