Este miércoles, Alejandro Bercovich señaló que esta vez su editorial la hará el colectivo editorial de la revista Crisis. "La sensación de que nos introdujimos en una película distópica es abrumadora, incluso para quienes durante los últimos años advertimos la relevancia epocal de una formación política de ultraderecha que por primera vez en nuestra historia sintonizó con el malestar de los sectores populares y logró expresar el deseo de cambio de una juventud sin horizontes", relató.
"Algo anda muy mal en esta democracia que, en su cuarenta aniversario, le entrega las riendas del Estado a quienes lo desprecian. A partir de ahora, solo sabrá defenderla con eficacia quien asuma la impostergable necesidad de recrear sus bases de sustentación. Quien se anime a democratizar en serio, sin miedo a enfrentarse con los poderes que la parasitan. Basta de real-politik", añadió en otro momento el conductor de Pasaron Cosas.
De esta forma, Bercovich continuó leyendo y explicó las razones del triunfo de Milei: "Las dinámicas que definieron la contienda se fueron solapando, con distintas capas de profundidad. En primer lugar, el voto castigo contra un gobierno pésimo que terminó escondiéndose de manera indigna. En segunda instancia, el voto bronca que apuntó al corazón del status quo progresista que osó independizar su suerte de la realidad de las mayorías. Y la emergencia de una utopía ultracapitalista que logró catalizar la ruptura, disolviendo la amenaza del miedo".
"La apropiación libertaria de los cánticos emblemáticos de aquellas inolvidables jornadas de comienzos del siglo, 'que se vayan todos' y 'se viene el estallido', insinúan en el plano simbólico un giro de 180 grados en la configuración ideológica que a partir de ahora será propalada desde las instituciones estatales", agregó.
En ese sentido, el periodista sumó: "Otro eslogan coreado por la multitud indica que el revisionismo apunta más lejos e intentará reformular los consensos básicos de la democracia. 'Massa, basura, vos sos la dictadura'. Y la apelación permanente al retorno de una Argentina potencia por parte del presidente electo, habla incluso de la pretensión de refundar los pilares del proyecto nacional".
"Una vez más el esquema jerárquico que exige subordinación y valor, y disuelve cualquier debate, nos conduce a un callejón sin salida. La desorientación y el agotamiento son ostensibles. Pero lo más llamativo es la falta de ideas, la poca disposición para construir futuro. Basta de fascinarse con el poder y de apostar todo a su conservación, cueste lo que cueste", sostuvo.
Finalmente, el texto que leyó Bercovich concluye de la siguiente manera: "A las esotéricas fuerzas del cielo, hay que oponerles la potencia de una comunidad telúrica que crece desde abajo y desborda a sus propios ídolos. Los próximos meses, quizás sean años, van a ser duros. Pero cada época tiene su encanto. La resistencia es un enorme campo de aprendizaje y en la desesperación anida el germen de una inédita lucidez. Ahora no se trata de volver mejores. Ya no hay margen para la nostalgia. Ni excusas que nos prohiban componer las nuevas canciones de la revolución que está por venir".