Ana Paula Rodríguez Núñez es argentina, tiene 12 años y sorprende a todos con su talento en el piano. Quienes la escucharon aseguran que es la próxima Martha Argerich, y quienes todavía no lo hicieron la van a poder disfrutar el sábado 18 de noviembre en la Sala Ginastera del Teatro Argentino de La Plata y el próximo 26 en el CCK.

Mañana será la primera vez que Ana toca con una orquesta y quiere que todo salga perfecto. En una entrevista con el diario Clarín, aseguró que el hecho de que su debut esté tan cerca le da un poco de nervios, pero todo se le pasa apenas se sienta en el piano y empieza a entonar las notas del Concierto en Fa mayor, H. XVIII, de Haydn. “A veces me imagino que termino de tocar y la gente me aplaude con todo”, cuenta en la previa de su presentación. Y especifica: “Pero no quiero que me aplaudan entre el primero y segundo movimiento. Me desconcentra”.

A los 9 años empezó tocando en un teclado que dibujó ella misma en un cartón. Ahora con 12 va a dar su primera presentación tocando el Concierto de Hadyn. Sin embargo, su primera aparición pública fue en 2003 en el programa de Jorge Lanata en Radio Mitre, donde mostró todo su talento.

Ana es la primera de su familia en dedicarse a la música. Apenas empezó a mostrar interés en el piano, recibió el apoyo incondicional de sus padres Diego y Noelia, que pudieron regalarle para su cumpleaños en 2020 un teclado. Días después de tenerlo en sus manos, los sorprendió tocándoles Beethoven y Pachelbell, piezas que sacó de oído.

De a poco empieza a componer su propia música, pero nada la apura. Tiene toda la vida por delante: “Ahora estoy pensando en una composición que se llama Las ninfas. Es un vals. Pero todavía sigo trabajando la estructura”, dice. Y suma: “Se me ocurren unas ideas que me gustan. A veces improviso, si sale lindo lo grabo”.

Cuando descubrió su pasión por el piano, Ana Paula empezó a estudiar en su casa y a complementar su currícula obligatoria con clases de piano y composición. Ana Cháves y Graciela Tarchini son quienes la acompañan en su carrera como pianista. Además, confiesa que también le gusta la dirección de orquesta: “me gustaría dirigir los Conciertos Bach”, cuenta.

Además, vive alejada de las redes sociales. Le gusta ver películas con sus papás, dibujar y, sobre todo, pasar horas practicando. Un día en la vida de Ana consiste en desayunar, jugar un rato con su hermano y meterse en el estudio. "Agarro la partitura y empiezo a estudiar lento. Estoy cuatro horas, a veces menos o a veces más, también paro antes para ir al baño”, dice.

Su ídola es la gran Martha Argerich, quien le firmó uno de sus libros y se lo regaló con la dedicatoria "Para Ana Paula, la estrellada. Con todo cariño". Las talentosas pianistas se conocieron en el Colón y Ana estaba feliz y nerviosa de conocerla.

Acompañada de una orquesta, va a tocar este fin de semana en la ciudad de La Plata y el siguiente se va a presentar en el Centro Cultural Kirchner para demostrar que, pese a su corta edad, su talento es infinito.