El 2 de julio de este año, el dueño de un supermercado chino en Balvanera fue asesinado de un tiro en la cabeza. Como suele suceder en estos casos, rápidamente se relacionó la muerte de Yuncheng Chen a la mafia china. Un chat en el teléfono de uno de los sospechosos podría ser la clave para dar con quienes ordenaron la muerte del comerciante.
Cuando lo mataron, Yucheng estaba con su esposa y su hija, que presenciaron toda la secuencia. El asesino le disparó al hombre a quemarropa y a menos de un metro de distancia. Una vez completada la tarea, el delincuente escapó corriendo y descartó el arma. La esposa de la víctima llamó al 911, aunque fue demasiado tarde. Si bien lo trasladaron al hospital, murió a las 48 horas.
La causa quedó a cargo del juez Alejandro Ferro y la investigación la lleva adelante la Fiscalía N°15, de Santiago Marquevich y Emiliano Beola. Como resultado de la misma, le dictaron prisión preventiva a tres personas, procesadas en la causa como presuntos sospechosos del crimen del comerciante chino.
Uno de ellos se llama Jeremías Cardozo, quien está apuntado como el autor material del crimen. Sin embargo, para la justicia no es ningún sicario profesional, aunque tiene antecedentes: En 2016 lo condenaron a dos años de prisión por resistencia a la autoridad en concurso real con tenencia ilegal de arma de guerra y encubrimiento. En 2022, le dieron otros dos años por lesiones graves y amenazas, aunque cumplió su condena en ambas oportunidades.
En una de sus declaraciones, tras ser detenido por el crimen del comerciante, dijo: “Yo siempre ando en Capital buscando gente que me dé cosas, ropa, plata y me ayude. Tenía un grupo de personas que me llamaban para que los acompañe, no sabría decirle para qué. Ellos me daban plata. Así, varias veces. Una vez me pidieron que les dé el número de documento y el nombre completo y me decían que era para cosas buenas, me daban dinero y carne o me compraban cosas. Yo hace varios meses tuve una recaída y me agarran varias presiones en el cerebro”.
Cardozo disparó a cara descubierta en plena calle, y tiró el arma por una boca de tormenta. Todo quedó captado por las cámaras de seguridad. Por su parte, la esposa de Yucheng declaró que el día antes del asesinato vio a un desconocido merodeando la zona, pero lo cierto es que no es la primera vez que intentan matar a este comerciante. Dos meses antes de su asesinato, le dispararon varias veces desde un auto, aunque ninguno dio en el objetivo.
La justicia está casi segura que fue un crimen por encargo. Según el procesamiento que firmó el juez: "También ha quedado evidenciado que el homicidio se iba a materializar a requerimiento o por encargo de otro, pues así fue prácticamente admitido en las escuchas por Marcos Andrés Soruco, quien parecería haberse tratado de la persona que tenía contacto directo con aquel”.
Marcos Soruco es otro de los tres detenidos. La investigación lo señaló gracias a la incautación de un teléfono en otra causa por robo en la localidad de Mercedes. En ese celular, había un chat que podría estar relacionado con el crimen de Yucheng: “¿Sabés lo que pasa? Que nosotros le dijimos que este laburo hay que asegurarlo. Porque si no lo aseguramos, la gente para la que nosotros trabajamos puede tener muchísimos problemas”.
Las autoridades todavía no pudieron averiguar quienes son la "gente" mencionada en el mensaje, pero creen que al comerciante chino lo estaban siguiendo desde, al menos, tres semanas antes de su asesinato.
