Luego de la polémica medida que había anunciado el Banco Central (BCRA) a partir de diciembre que afectaba a las billeteras virtuales como Mercado Pago, el ministro Sergio Massa había anunciado su derogación. Sin embargo, el Central rechazó la decisión del candidato presidencial.
A través de un comunicado, el BCRA señaló que iniciará un camino a la negociación con las empresas de billeteras virtuales y que una comisión será encargada de analizar los pasos a seguir, pero no se derogará la medida inicial.“El BCRA solicitó a la Comisión Interbancaria de Medios de Pago de la República Argentina que analice las mejores prácticas para enrutar las cuentas bancarias con las billeteras virtuales, a fin de alcanzar los objetivos de mejorar la experiencia de las personas usuarias y dotar al sistema de mejores estándares de seguridad”, explica el escrito.
Por otro lado, el BCRA exigió que “se analicen los beneficios de avanzar en la interoperabilidad de los códigos QR para pagar con tarjetas de crédito, a fin de facilitar que los clientes puedan realizar los pagos con cualquier billetera digital interoperable, independientemente de la marca del QR”.
“Esta comisión es un foro en el que distintos actores de los sistemas de pago y liquidación de valores (BCRA, cámara fintech, asociaciones de bancos, bancos, cámaras electrónicas de compensación, etc.) estudian, planifican y monitorean la evolución de los medios de pago. Los acuerdos logrados a partir del consenso en ese ámbito son reflejados en los Boletines CIMPRA”, cierra el texto publicado por el organismo que preside Miguel Pesce.
La medida que había impulsado el Central consideraba que el sistema Debin era más eficiente que el de “Transferencias inmediatas pull” y, con el objetivo de evitar fraudes electrónicos, desde diciembre, cuando un usuario necesitara transferir dinero de una cuenta bancaria a una billetera virtual, tendría que colocar, por primera y única vez, un pin, token o el mecanismo de seguridad que exija el banco.
Para Marcos Galperín, dueño de Mercado Pago, la norma “fue impulsada por los bancos”, que lograron que se reemplace una herramienta que funciona “por otra que tiene más fricciones para el usuario”.
