Seis de los siete imputados por el crimen de Fernando Pérez Algaba, el trader asesinado y descuartizado, seguirán detenidos con prisión preventiva. Mientras tanto, una de las acusadas será excarcelada. El magistrado consideró que no impera duda respecto de la relación reinante entre la totalidad de los sujetos intervinientes en el infame homicidio.
La medida la dictó Sebastián Monelos, juez de Garantías 4 de Lomas de Zamora. Maximiliano Ezequiel Pilepich, Nahuel Sebastián Vargas, Matías Ezequiel Gil, Luis Alberto Contreras, Horacio Mariano Córdoba y Fernando Gastón Martín Carrizo están acusados del delito de “homicidio cuádruple agravado por el empleo de arma de fuego, por concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía, por placer y codicia”.
Monelos señaló que existía una empresa criminal previa entre Pilepich, Contreras, Gil, Vargas, Carrizo y Córdoba. “Cada uno formaba parte de un eslabón más en el plan urdido que tuvo por propósito ultimar Pérez Algaba para cesar con sus reclamos dinerarios, acreencias e intimidaciones”, sostuvo el magistrado.
Flavia Bomrad terminó excarcelada ya que no se encontraron rastros de ADN de Pérez Algaba en su auto, a pesar de que encontraron en su vehículo un aro similar al que usaba la víctima. De esta forma, Monelos aceptó parcialmente el pedido del titular de Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Lomas de Zamora, Marcelo Domínguez.
Domínguez había solicitado procesar con prisión preventiva a los siete acusados. “Actuaron de manera premeditada entre sí y con una previa división de tareas. Mediante la utilización de armas de fuego provocaron dos lesiones en la parte posterior del torso de Fernando Pérez Algaba. Esto posteriormente ocasionó su fallecimiento”, expresó.
Según el Ministerio Público, cometieron el crimen por una deuda de 50 mil dólares y 17 terrenos que Pilepich tenía que entregarle a Pérez Algaba. Debido a que el trader tenía la intención de cobrar dicha deuda, se reunió con el acusado en el predio Renacer el 18 de julio.